El valiente Alejandro

Alejandro era un niño muy feliz y extrovertido, le encantaba ir al colegio y jugar con sus amigos. Sin embargo, un día todo cambió. Empezó a sufrir bullying por parte de algunos compañeros.

Le hacían bromas pesadas y le quitaban sus cosas. Alejandro se sentía triste y asustado, pero no sabía cómo enfrentar la situación. Un día, decidió contarle a su madre lo que estaba pasando.

- Mamá, en el colegio me molestan mucho y no sé qué hacer – le confesó Alejandro entre lágrimas. La mamá de Alejandro lo abrazó fuertemente y le prometió que juntos encontrarían una solución. Esa misma tarde, su mamá habló con la directora del colegio y juntos idearon un plan para detener el bullying.

Crearon charlas y talleres para concientizar a los alumnos sobre el respeto y la importancia de ayudar a quienes lo necesitan. Pronto, el ambiente en el colegio cambió por completo.

Los compañeros de Alejandro se disculparon y prometieron ser más amables. Alejandro se sintió aliviado y feliz al ver que su valentía para contarle a su mamá había cambiado las cosas en su colegio.

Aprendió que pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de valentía, y que siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Desde ese día, Alejandro se convirtió en un defensor del respeto y la amabilidad en su colegio, enseñando a otros niños que juntos podían hacer del colegio un lugar mejor.