El valor de la amistad en los esteros del Iberá



En los hermosos esteros del Iberá, vivían tres amigas inseparables: Alma, Naila y Flor. Las tres disfrutaban de la naturaleza y los animales que habitaban en ese mágico lugar.

Un día, mientras paseaban por el bosque, se encontraron con un oso hormiguero llamado Mateo. Mateo les contó que se sentía muy solo porque todos los demás animales le tenían miedo debido a su aspecto extraño.

Las amigas, con un gran corazón, decidieron hacerle compañía y mostrarle que la amistad va más allá de las apariencias. Juntos pasaron días maravillosos explorando el bosque, jugando y compartiendo historias. Un día, mientras volaban por el cielo, se toparon con un colorido guacamayo llamado Paco, quien se unió a su grupo de amigos.

Pronto, las risas y alegría llenaron los esteros del Iberá. Pero su amistad se puso a prueba cuando una terrible tormenta azotó el bosque, derribando muchas palmeras.

Con valentía, los amigos se ayudaron mutuamente y lograron salvar a otros animales que estaban en peligro. Fue en ese momento que comprendieron que la verdadera amistad es estar allí en los momentos difíciles.

Pero su aventura no había terminado, ya que se toparon con un yaguareté llamado Leo, quien les enseñó sobre el respeto y la importancia de cuidar su hábitat. Juntos, lograron concientizar a otros animales sobre la importancia de preservar el bosque y vivir en armonía.

Desde entonces, Alma, Naila, Flor, Mateo, Paco y Leo se convirtieron en los mejores amigos, demostrando que la amistad, el compañerismo y el respeto pueden superar cualquier adversidad en los esteros del Iberá.

FIN.

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