El valor de la amistad verdadera


Había una vez, en un pequeño pueblo, tres amigas llamadas Sofía, Ana y Martina. Sofía y Ana eran muy populares en la escuela, siempre vestían a la moda y se divertían mucho juntas.

Por otro lado, Martina era más tímida y no tenía muchos amigos. Un día, cuando las tres estaban juntas en el recreo, Sofía y Ana comenzaron a burlarse de la ropa que Martina llevaba puesta.

"¿Por qué siempre te vistes tan aburrida?" dijo Sofía riéndose. "¡Eres tan poco cool!" agregó Ana. Martina se sintió muy mal por lo que dijeron sus amigas, pero no sabía cómo responder.

A partir de ese día, cada vez que las tres estaban juntas, Sofía y Ana seguían molestando a Martina con sus comentarios.

Pero un día todo cambió cuando Martina decidió hablar con ellas sobre cómo se sentía: "-Chicas, necesito hablar con ustedes- dijo Martina nerviosa -Me hace sentir muy mal cuando me dicen cosas feas sobre mi ropa o cualquier otra cosa. "Sofia y Ana se quedaron sorprendidas al ver lo triste que estaba su amiga por su comportamiento.

Se dieron cuenta de que habían sido injustas con ella y decidieron reflexionar sobre su actitud. Al final del día escolar,"Martina- dijo Sofia -Queremos pedirte disculpas por nuestro comportamiento. ""Sí"- continuó Ana -No nos dimos cuenta de lo mucho que te afectábamos con nuestras palabras.

"Martina aceptó las disculpas de sus amigas sin rencor alguno porque sabía que habían aprendido la lección. A partir de entonces, las tres comenzaron a pasar más tiempo juntas y a apoyarse mutuamente.

Sofía y Ana aprendieron que no está bien hacerle bullying a alguien solo porque es diferente, mientras que Martina se dio cuenta de que hablar sobre cómo te sientes puede ser muy liberador. Las tres amigas descubrieron que lo importante era respetarse mutuamente y aceptar sus diferencias.

Desde ese día en adelante, Sofía, Ana y Martina se convirtieron en las mejores amigas del mundo. Siempre se apoyaban en todo lo que hacían y nunca volvieron a lastimarse entre sí con palabras hirientes.

Juntas aprendieron una gran lección: el verdadero valor de la amistad radica en el amor y respeto hacia los demás sin importar sus diferencias.

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