El valor de ser únicos en la escuela Arcoíris



Había una vez en la escuela "Arcoíris de Colores", la maestra Cindy estaba emocionada por enseñar a sus alumnos sobre un tema muy especial: la identidad.

Había preparado una actividad muy divertida y educativa para que todos pudieran reflexionar sobre quiénes eran realmente. - Buenos días, queridos niños y niñas - dijo la maestra Cindy con una sonrisa cálida -. Hoy vamos a hablar sobre algo muy importante: nuestra identidad.

¿Alguien sabe qué significa eso? - ¡Sí, sí! - levantó la mano Sofía, una niña curiosa de anteojos -. ¡Es como ser único y diferente al mismo tiempo! - ¡Exactamente, Sofía! - exclamó la maestra Cindy emocionada por su respuesta -.

Todos somos únicos e irrepetibles, pero también formamos parte de un grupo, de una comunidad. Para comenzar con la actividad, la maestra entregó a cada alumno un espejo pequeño y les pidió que se observaran detenidamente.

- Miren sus reflejos en el espejo y díganme qué ven - indicó la maestra Cindy. - Yo veo mis ojos grandes y mi sonrisa chueca - dijo Martín con entusiasmo.

- Y yo veo mi pelo rizado y mis pecas en la nariz - agregó Valentina con alegría. Luego de observarse por unos minutos, la maestra les propuso realizar un dibujo representando su identidad.

Los niños tomaron lápices de colores y papel, dejando volar su imaginación para plasmar en dibujos todo aquello que los hacía únicos. - ¡Tiempo terminado! - anunció la maestra Cindy después de un rato -. Ahora quiero que cada uno comparta su dibujo con el resto de la clase y explique qué representa para ellos.

Los niños se pusieron nerviosos pero emocionados al mismo tiempo. Uno a uno fueron mostrando sus dibujos y explicando los detalles que habían incluido: desde sus mascotas favoritas hasta las cosas que más les gustaba hacer en su tiempo libre.

De repente, cuando todos habían terminado de compartir, Martín levantó tímidamente la mano. - Maestra Cindy... ¿y si no me gusta algo de mi identidad? ¿Puedo cambiarlo? - preguntó con preocupación.

La maestra Cindy sonrió comprensivamente antes de responder:- Querido Martín, nuestra identidad es como un rompecabezas: está formada por muchas piezas diferentes que nos hacen ser quienes somos.

Si hay algo que te gustaría cambiar, recuerda siempre que lo más importante es aceptarte tal como eres y trabajar en aquello que deseas mejorar. Todos tenemos virtudes y áreas a mejorar; lo fundamental es amarnos incondicionalmente. Martín asintió con una sonrisa mientras los demás aplaudían las palabras sabias de su maestra.

Esa lección sobre identidad quedó grabada en el corazón de cada niño ese día en "Arcoíris de Colores", recordándoles lo valiosos e irrepetibles que eran cada uno de ellos.

Y así, entre risas y aprendizajes, continuaron creciendo juntos en aquella escuela donde siempre se celebraba lo auténtico y único de cada persona.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!