El viaje de Agustín al planeta alienígena

Agustín era un niño muy curioso y aventurero. Siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse y descubrir cosas nuevas.

Un día, mientras jugaba en su jardín, vio una extraña luz en el cielo que parecía moverse de forma extraña. - ¡Mamá, papá! -gritó Agustín emocionado-. ¡Miren esa luz en el cielo! - ¿Qué luz? -preguntó su mamá al salir al jardín. Pero cuando miraron hacia arriba ya no había nada allí.

Sin embargo, Agustín seguía pensando en lo que había visto y decidió investigar más a fondo. Al día siguiente, después de la escuela, volvió al mismo lugar donde había visto la extraña luz y se quedó allí esperando hasta que anocheció.

Fue entonces cuando la vio nuevamente: una nave espacial descendió del cielo y aterrizó justo frente a él. Agustín se asombró al ver cómo las puertas se abrían lentamente para revelar un pasillo iluminado por luces brillantes.

Con miedo pero también con mucha emoción, decidió entrar. Dentro de la nave encontró seres extraterrestres amigables que lo recibieron con cariño y le mostraron su planeta alienígena lleno de colores vibrantes e increíbles criaturas nunca antes vistas por ojos humanos.

Durante los días siguientes, Agustín exploró cada rincón del planeta alienígena junto a sus nuevos amigos extraterrestres. Aprendió sobre su cultura y costumbres únicas mientras disfrutaba de aventuras emocionantes.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que extrañaba su hogar y a su familia. A pesar de lo divertido que era estar en otro planeta, Agustín sabía que debía regresar a casa. - Chicos, ha sido una aventura increíble -dijo Agustín con tristeza-. Pero es hora de irme a casa.

- Entendemos tu decisión, Agustín. Siempre serás bienvenido aquí -respondieron los extraterrestres con afecto. Agustín regresó a su hogar en la Tierra con muchas historias para contar y un nuevo sentido de apreciación por el mundo que lo rodea.

Se dio cuenta de que hay mucho más por descubrir y aprender fuera de su pequeño jardín trasero, pero también aprendió la importancia del hogar y la familia en su vida.

Desde ese día en adelante, nunca dejó de buscar nuevas aventuras mientras valoraba lo importante que es tener un lugar al cual llamar —"hogar" .