El viaje de Benjamín

Había una vez un niño llamado Benjamín, que era muy curioso y siempre soñaba con viajar en el tiempo. Un día, mientras exploraba el desván de su abuelo, encontró una misteriosa máquina del tiempo.

Benjamín se emocionó tanto que decidió probarla. Se subió a la máquina y presionó un gran botón rojo. De repente, comenzaron a girar luces de colores y todo se volvió borroso.

Cuando todo volvió a la normalidad, Benjamín se encontraba en medio de un campo verde y hermoso. - ¡Wow! ¡Lo logré! -exclamó emocionado. Pero entonces, vio algo extraño: dos ejércitos enfrentados en una gran batalla medieval.

Sin pensarlo dos veces, Benjamín corrió hacia ellos para ayudar al bando que parecía estar perdiendo. Con valentía y astucia, Benjamín usó su ingenio para cambiar el rumbo de la batalla. Logró convencer a los soldados de dejar las armas y buscar una solución pacífica en lugar de pelearse entre sí.

- ¡No hay razón para luchar! -dijo Benjamín-. Juntos podemos construir un futuro mejor. Los soldados escucharon atentamente las palabras del niño y decidieron seguir su consejo.

Poco a poco, los dos ejércitos comenzaron a trabajar juntos para reconstruir sus aldeas y cultivar la tierra en armonía. Después de algún tiempo, cuando todo estaba en paz nuevamente, Benjamín regresó a su máquina del tiempo para volver a casa.

Pero antes de hacerlo, se encontró con una anciana sabia que le advirtió sobre los peligros de cambiar la historia. - Querido Benjamín, recuerda que cada acción tiene consecuencias. A veces, es mejor dejar que la historia siga su curso natural.

No siempre podemos saber las repercusiones de nuestras decisiones. Benjamín escuchó atentamente y decidió tomar en cuenta las palabras de la anciana sabia.

Al regresar a casa, reflexionó sobre su aventura y se dio cuenta de lo importante que era respetar el pasado y aprender de él para construir un futuro mejor. Desde ese día, Benjamín se convirtió en un defensor del respeto por la historia y enseñaba a otros niños sobre el valor de comprender el pasado para construir un mundo más justo y pacífico.

Y así, gracias a su valentía y sabiduría, Benjamín dejó una huella positiva en el tiempo y en los corazones de las personas que conoció durante su viaje.