El viaje de Jessica

Había una vez en una pequeña ciudad, una niña llamada Jessica que soñaba con viajar por el mundo y descubrir cosas nuevas.

Aunque Jessica no trabajaba en informática, siempre estaba rodeada de tecnología porque su papá era un gran ingeniero de sistemas y siempre le mostraba todas las maravillas que se podían hacer con la computadora. Un día, Jessica se levantó con una idea brillante en su cabeza: quería construir su propio avión y volar por todo el mundo.

-“Papá, papá, ¿crees que podríamos construir un avión juntos? ” le preguntó Jessica emocionada. -“¡Claro que sí, cariño! Pero para eso tenemos que estudiar mucho sobre aviación y tecnología aeroespacial”, respondió su papá.

Desde ese día, Jessica se sumergió en libros sobre aviación, visitó museos de ciencia y tecnología, e incluso asistió a conferencias sobre el tema. Pasó días y noches dibujando y diseñando su propio avión.

Sin embargo, un día, su papá le dijo algo inesperado: -“Querida, la construcción de un avión es muy peligrosa y complicada. No creo que sea seguro para ti.” Jessica se sintió muy desilusionada, pero no se rindió. Decidió estudiar ingeniería aeronáutica y se esforzó al máximo en la escuela.

Después de muchos años de duro trabajo, finalmente se convirtió en una brillante ingeniera aeronáutica. Jessica comenzó a trabajar en una empresa de tecnología aeroespacial y, con su conocimiento y determinación, logró diseñar un avión revolucionario que podía volar más rápido y consumir menos combustible.

Su avión se convirtió en un éxito mundial y Jessica cumplió su sueño de viajar por todo el mundo.

Desde entonces, ella inspiró a muchos niños y niñas a seguir sus sueños y a nunca rendirse, demostrándoles que, aunque no trabaje en informática, la tecnología y la determinación pueden llevarlos muy lejos.