El Zorro y la Oveja en el Pueblo de Kerani



Era una brillante mañana en el pintoresco pueblo de Kerani. Las flores de colores empezaban a florecer, y el canto de los pájaros resonaba alegremente en el aire. En una colina cercana, una curiosa oveja llamada Ovelia pastaba tranquila, mientras su amigo Zorrito, un astuto zorro, la observaba desde la sombra de un árbol.

-Zorrito, siempre tan sigiloso. ¿Qué haces ahí escondido? -preguntó Ovelia, levantando la mirada.

-Solo disfruto del espectáculo, Ovelia -respondió Zorrito con una sonrisa pícara-. Eres la oveja más interesante de todo Kerani.

-Interesante, ¿yo? -preguntó Ovelia con sorpresa-. Yo solo soy una oveja que pasto y sueña. ¿Por qué dirías eso?

-Porque eres valiente y te atreves a soñar cosas grandes -Zorrito se acercó un poco más, intrigado-. ¿No te gustaría ver el mundo más allá de esta colina?

-Ojalá pudiera, pero tengo miedo de lo que hay allá afuera. Y mi madre siempre dice que debo quedarme cerca de los demás -Ovelia bajó la mirada.

-Mira, te propongo un trato. Te llevaré a un lugar especial, donde podrás descubrir lo que hay más allá de nuestra colina. Pero, tendrás que comprometerte a ser valiente -dijo el zorro con un aire de misterio.

-Está bien, lo intentaré -respondió Ovelia con un leve temblor en la voz.

Zorrito guió a Ovelia a través de un sendero escondido lleno de flores y árboles. Caminaron juntos, compartiendo historias y riendo, hasta llegar a un claro iluminado por el sol donde un arroyo corría alegremente.

-WOW, ¡esto es hermoso! -exclamó Ovelia mientras sus ojos brillaban de emoción.

-Pues esto es solo el comienzo -Zorrito sonrió, satisfecha con la reacción de su amiga-. ¿Ves cómo gran parte del miedo era solo en tu cabeza?

-¡Sí! Me siento tan libre y feliz -Ovelia dio unos saltos entusiasmada. Sin embargo, de repente, escucharon un fuerte ruido detrás de ellos.

-¡Zorrito! ¿Qué fue eso? -preguntó Ovelia, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

-No te preocupes, Ovelia. Vamos a averiguarlo -dijo Zorrito mientras se acercaba cautelosamente al arbusto que produjo el sonido.

Cuando se asomaron, encontraron a un grupo de conejitos asustados. Algunos estaban atrapados en un pequeño truco de la naturaleza, no podían salir.

-¡Ayuda! -lloraban los conejitos.

-Ovelia, tú también eres valiente. ¿Qué podemos hacer? -preguntó Zorrito, dándose cuenta de que la ovejita había aprendido una lección sobre la valentía.

-¡Los ayudaremos! -gritó Ovelia sin dudarlo.

Con la ayuda de Zorrito, unió sus fuerzas con los conejitos para salvar a sus amigos. Juntos, empujaron, tiraron y cavaron hasta sacar a los conejitos.

-Gracias, gracias, gracias -dijeron los conejitos, llenos de gratitud.

-¡Lo logramos! -Ovelia sonrió y miró a Zorrito-. Ahora sé que soy más fuerte de lo que pensaba.

-Te lo dije. A veces, el miedo solo está en nuestra mente -Zorrito le guiñó un ojo.

A partir de ese día, Ovelia no solo se convirtió en una aventurera, sino que también aprendió lo importante que era ayudar a los demás. Y Zorrito, aunque seguía siendo astuto, se dio cuenta de que la amistad y la valentía podían lograr cosas maravillosas.

Así, la oveja y el zorro regresaron juntos al pueblo de Kerani, dispuestos a compartir sus aventuras y a inspirar a otros a ser valientes y ayudar a los que lo necesitan. Al final, la vida en Kerani se volvió mucho más colorida.

Y así, el pueblo siempre recordará cómo una oveja y un zorro se unieron para hacer del mundo un lugar más bonito, gracias a un coraje encontrado.

FIN.

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