En busca de mantas y sábanas


Susana vivía en un pueblito tranquilo rodeado de verdes campos y su casa estaba llena de amor, pero le faltaban unas lindas mantas y sábanas para hacerla más acogedora.

Un día, decidió emprender una aventura en busca de estos tesoros para su hogar. Recorrió las calles del pueblo, preguntando a los vecinos si conocían algún lugar donde pudiera encontrar lo que buscaba. "Hola, vecina.

¿Sabes de alguna tienda donde pueda comprar hermosas mantas y sábanas para mi casa?", preguntaba Susana con entusiasmo. "Claro que sí, ¡ve a la tienda de doña Rosa! Ella tiene las mejores telas y confecciones del pueblo", le respondió una amable señora.

Siguiendo el consejo, Susana se encaminó hacia la tienda de doña Rosa, en donde quedó maravillada por la variedad de colores y texturas. "Buenas tardes, doña Rosa. ¿Podría mostrarme sus mantas y sábanas más bonitas?", pidió Susana con una sonrisa.

Con paciencia, doña Rosa le mostró una gran selección de mantas y sábanas, explicándole las diferencias entre cada una y recomendándole las más suaves y calentitas. Susana quedó encantada y decidió llevar algunas para su casa. Con el corazón rebosante de alegría, regresó a su hogar con las nuevas adquisiciones.

Al llegar, se dispuso a colocarlas en cada habitación, imaginando lo acogedoras que se verían. Con la ayuda de su familia, lograron decorar cada rincón con las preciosas mantas y sábanas, convirtiendo su hogar en un remanso de confort y calidez.

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