En busca del arcoíris interior


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, una niña llamada Lubi. Ella era muy especial porque tenía un gran amor por el arcoiris.

Siempre que veía uno, se emocionaba mucho y quería correr a abrazarlo. Un día, Lubi decidió que quería encontrar la fuente del arcoiris para poder estar más cerca de él y aprender todo sobre sus colores mágicos.

Así que, con su mochila al hombro y su sombrero favorito puesto, emprendió su aventura. Caminó durante horas por los senderos del bosque hasta que llegó a una cascada cristalina. Allí encontró a un anciano sabio sentado junto al agua. "Buen día señor", saludó Lubi con entusiasmo.

"Hola pequeña", respondió el anciano sonriendo. "Estoy buscando la fuente del arcoiris ¿sabe dónde puedo encontrarla?", preguntó Lubi. "Claro que sí", dijo el anciano mientras tomaba un libro antiguo de su bolsillo. "Pero primero debes pasar algunas pruebas".

Lubi se sorprendió pero aceptó el desafío sin dudarlo. La primera prueba consistió en cruzar un puente colgante sobre las aguas turbulentas del río. Aunque tuvo miedo al principio, logró superarla con valentía.

La segunda prueba fue encontrar la flor más hermosa del bosque entre miles de flores diferentes. Con paciencia y observación detallada, finalmente encontró una flor única de pétalos blancos con bordes dorados. La tercera y última prueba fue la más difícil.

Tenía que escalar una montaña empinada y rocosa, pero estaba llena de peligros como serpientes venenosas y rocas inestables. Lubi se sintió abrumada por el miedo, pero recordó todas las cosas maravillosas que había aprendido durante su aventura.

Respiró profundamente y comenzó a trepar. Después de horas de esfuerzo llegó a la cima donde encontró un arcoiris gigante que salía del suelo. Se quedó boquiabierta al verlo tan cerca.

"Lo has logrado", dijo el anciano sabio apareciendo detrás de ella. "¡Es hermoso!" exclamó Lubi emocionada. "Ahora puedes tocarlo, sentir sus colores y aprender todo sobre él", dijo el anciano mientras le entregaba un libro con todas las historias del arcoiris.

Lubi pasó días enteros estudiando cada página, tocando los diferentes colores del arcoiris e imaginando cómo sería si pudiera tener uno propio en casa. Finalmente, regresó a su pueblo con una nueva sabiduría en su corazón.

Ahora sabía todo sobre el arcoiris: cómo se forman, qué significan cada uno de sus colores y lo importante que son para nuestro mundo. Desde ese día en adelante, Lubi se convirtió en la embajadora del arcoiris en su pueblo.

Cada vez que veían uno en el cielo o después de una lluvia, todos corrían a buscarla para escuchar sus historias fantásticas sobre esa maravilla natural.

Y así vivió feliz junto al arcoiris hasta convertirse en una anciana sabia que enseñaba a los niños sobre el valor de la naturaleza y la importancia de cuidarla.

Dirección del Cuentito copiada!
1