Estrella de Abuelo
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y árboles frondosos, una niña llamada Lorena.
Lorena era conocida por su cariño y amor hacia sus abuelos, quienes le enseñaban historias maravillosas y la llenaban de alegría con sus travesuras. Un día, el abuelo de Lorena partió al cielo para convertirse en una estrella. Lorena se sintió muy triste y no entendía por qué su abuelo tenía que irse tan lejos.
La noche en que su abuelo se convirtió en estrella, Lorena salió a mirar al cielo buscando alguna señal de él. "Abuelito, ¿estás ahí arriba brillando como una estrella?" - preguntó Lorena mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
De repente, una estrella fugaz cruzó el cielo dejando un rastro brillante a su paso. Lorena sonrió emocionada pensando que era su abuelito enviándole un mensaje desde el cielo.
A partir de ese momento, Lorena comenzó a observar las estrellas todas las noches antes de dormir. Le hablaba a su abuelo contándole cómo había sido su día, qué cosas nuevas había aprendido y cuánto lo extrañaba. Una noche, mientras observaba las estrellas como de costumbre, vio algo diferente en el cielo.
Una constelación formaba la figura de un anciano sonriente con bigote y sombrero, justo como era su abuelo. "¡Mira abuelito! ¡Eres tú! Estás cuidándome desde arriba" - exclamó Lorena emocionada.
Desde ese día, cada vez que Lorena veía la constelación de su abuelo en el cielo se sentía acompañada y protegida. Ya no sentía tanta tristeza por su partida porque sabía que él siempre estaría velando por ella desde lo alto.
Con el tiempo, Lorena comprendió que aunque las personas queridas se vayan físicamente, siempre permanecen vivas en nuestros corazones y recuerdos. Aprendió a valorar cada momento con sus seres queridos y a apreciar la belleza del mundo que los rodea.
Y así fue como Lorena descubrió que incluso cuando alguien especial parte al cielo para convertirse en una estrella, nunca deja de brillar en nuestras vidas con todo su amor y luz.
FIN.