Felicette y la aventura estelar



Felicette se dio cuenta de que estaba perdida. No sabía cómo regresar a casa y comenzó a sentirse un poco asustada. Los alienígenas, al notar su preocupación, se acercaron a ella con una sonrisa amigable.

Uno de ellos, llamado Zorgon, le dijo: "No te preocupes, Felicette. Te ayudaremos a encontrar el camino de regreso". Felicette suspiró aliviada y preguntó: "¿Cómo lo harán? Estoy muy lejos de mi hogar".

Zorgon le explicó que en la galaxia existían unas estrellas especiales llamadas "Estrellas Guías". Estas estrellas tenían la capacidad de mostrar el camino hacia cualquier lugar del universo. Sin perder tiempo, los alienígenas llevaron a Felicette hasta una Estrella Guía cercana.

La gata observó maravillada cómo la estrella brillaba intensamente y mostraba un mapa celestial. "Ahora debes seguir las constelaciones", dijo Zorgon. "Ellas te guiarán hacia tu hogar". Felicette miró atentamente las luces brillantes en el cielo y comenzó su viaje siguiendo las constelaciones.

A medida que avanzaba, encontraba nuevos planetas fascinantes y criaturas extrañas. En uno de esos planetas coloridos, Felicette conoció a unos seres pequeñitos llamados Glimmers. Eran diminutos pero llenos de energía y alegría.

Jugaron juntos durante horas y compartieron historias divertidas. Después de despedirse de los Glimmers, Felicette continuó su travesía espacial. Pero justo cuando creía que estaba cerca de casa, se encontró con un asteroide gigante bloqueando su camino.

"¡Oh no! ¿Cómo lo cruzaré?", exclamó Felicette preocupada. En ese momento, apareció otro alienígena llamado Quark. Era un experto en tecnología y le ofreció construir una nave espacial especial para que Felicette pudiera sortear el obstáculo. Juntos, trabajaron duro para construir la nave.

Pasaron días planeando y diseñando cada detalle. Finalmente, la nave estuvo lista y era perfecta para atravesar el asteroide. Con su nueva nave espacial, Felicette logró superar el obstáculo y continuó su viaje hacia casa.

Estaba emocionada por volver a ver a su familia y contarles todas las increíbles aventuras que había vivido en el espacio. Finalmente, después de muchos días de exploración y aprendizaje, Felicette llegó a la Tierra.

Aterrizó en el patio trasero de su hogar justo cuando anochecía. Sus dueños estaban sorprendidos al verla llegar en una pequeña nave espacial. Se alegraron mucho al tenerla nuevamente a salvo.

Felicette les contó sobre sus increíbles experiencias en el espacio y cómo los amigables alienígenas la ayudaron a regresar a casa. Sus dueños quedaron asombrados por su valentía y curiosidad. Desde ese día, Felicette nunca dejó de ser una gata valiente y curiosa.

Siempre recordaría con cariño sus aventuras galácticas y estaría abierta a descubrir nuevos mundos tanto dentro como fuera del planeta tierra. Y así, Felicette nos enseña que no importa cuán lejos lleguemos, siempre habrá un camino de regreso a casa si tenemos el coraje y la voluntad de buscarlo.

FIN.

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