La Amistad a Distancia de Laura y Mateo



Laura y Mateo eran inseparables. Se conocían desde que eran muy chicos y compartían todo: juegos, risas, tristezas y alegrías. Vivían en casas vecinas y pasaban el día juntos jugando en el parque o inventando historias fantásticas.

Un día, los padres de Laura le dieron una noticia que la dejó muy preocupada: se iban a ir de viaje por cuestiones de trabajo y estarían fuera durante un largo tiempo.

Laura estaba triste porque significaba separarse de su mejor amigo, Mateo. "¿Qué voy a hacer sin ti, Mateo? ¡No quiero que te vayas!", dijo Laura con lágrimas en los ojos.

Mateo la abrazó con fuerza y le prometió que siempre estaría allí para ella, aunque estuvieran lejos físicamente. Le recordó todas las aventuras que habían vivido juntos y cómo eso los había unido aún más como amigos. "No te preocupes, Laurita. Aunque estemos separados, nuestra amistad seguirá siendo fuerte.

Podremos escribirnos cartas, hablar por videollamada y contarnos todo lo que nos pase", dijo Mateo con una sonrisa reconfortante. Laura se secó las lágrimas y asintió con timidez.

Sabía que no sería lo mismo sin Mateo cerca, pero confiaba en su amistad para superar cualquier obstáculo. Los días pasaron rápido y llegó el momento de la despedida. Los padres de Laura se despidieron afectuosamente de Mateo y su familia antes de subir al auto rumbo al aeropuerto.

"¡Te extrañaré tanto!", gritó Laura desde la ventanilla del auto mientras agitaba su mano hacia Mateo. "Yo también te extrañaré un montón, Laurita. Pero recuerda que siempre estaré aquí para ti", respondió Mateo con una sonrisa brillante.

Con el corazón apretado por la emoción, Laura prometió mantener viva su amistad a pesar de la distancia. Sabía que tendría a Mateo en sus pensamientos cada día hasta que pudieran volver a verse.

Durante el viaje, Laura descubrió nuevas experiencias e hizo amigos en el lugar al que fue con sus padres. Sin embargo, nunca olvidaba a Mateo ni dejaba pasar un día sin escribirle una carta contándole todo lo nuevo que aprendía o vivía.

Por otro lado, Mateo también seguía adelante en su vida cotidiana pero siempre tenía presente a su querida amiga Laura. Guardaba cada carta como un tesoro y esperaba ansioso poder reunirse nuevamente con ella algún día.

Finalmente, después de varios meses separados, los padres de Laura regresaron del viaje junto a ella. Lo primero que hizo fue correr hacia la casa de Mateo para abrazarlo con fuerza y contarle todas las aventuras vividas durante ese tiempo lejos uno del otro.

Ambos amigos se dieron cuenta de lo importante que era valorar la amistad verdadera incluso cuando las circunstancias los separaban físicamente. Aprendieron a comunicarse mejor, a ser pacientes y comprensivos; fortaleciendo así aún más su vínculo especial.

Desde entonces, Laura y mateo siguieron siendo inseparables; demostrando al mundo entero que la verdadera amistad puede superar cualquier distancia si se cultiva con amor sincero y dedicación mutua.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!