La Aventura de la Inyección
Elisa era una niña muy valiente, pero tenía un gran miedo a las inyecciones. Cada vez que llegaba el momento de visitar al médico, se ponía nerviosa y lloraba pensando en la aguja.
Un día, su amigo Lobito, un simpático peluche con forma de lobo, decidió acompañarla en su próxima visita al médico. "No te preocupes, Elisa. Estaré contigo en todo momento", dijo Lobito con una sonrisa reconfortante. Elisa se sintió más tranquila con su amigo a su lado.
Al llegar al consultorio, el doctor explicó que la inyección era necesaria para que Elisa se sintiera mejor. Lobito, decidido a ayudar a su amiga, propuso jugar a un juego para distraerla durante la inyección.
"Vamos a imaginar que viajamos al espacio exterior y la inyección es un rayo láser que nos dará súper poderes para vencer a los alienígenas", sugirió Lobito emocionado.
Así, Elisa cerró los ojos y se dejó llevar por la imaginación, mientras Lobito le contaba una divertida historia espacial. Cuando menos se dio cuenta, el doctor ya había aplicado la inyección. Elisa abrió los ojos sorprendida. "¿Ya pasó? ¡No sentí nada!", exclamó. Lobito le dio un abrazo y ambos celebraron el valiente logro de Elisa.
A partir de ese día, Elisa dejó de temer a las inyecciones, sabiendo que siempre tendría a Lobito y su imaginación para enfrentar cualquier desafío médico. Juntos, habían descubierto que el miedo se desvanece cuando tienes a un amigo que te apoya.
FIN.