La Aventura de Lía y Eco
Una mañana brillante, Lía, una niña curiosa y valiente, salió a jugar al parque con su mejor amigo, Eco, un pequeño zorro que adoraba explorar la naturaleza. Mientras caminaban por el sendero, Lía notó algo extraño en el suelo.
"¡Mirá, Eco! ¡Hay un montón de basura tirada aquí!" - exclamó Lía, preocupada.
"Sí, Lía. ¡Eso no está bien! La naturaleza necesita estar limpia para que todos los animales y plantas puedan vivir felices" - respondió Eco.
Decidida a hacer algo, Lía dijo:
"¡Vamos a recoger la basura!"
Así que se pusieron manos a la obra. Mientras recogían los papeles, latas y plásticos, un pajarito que estaba cerca les habló:
"Gracias, amigos. Mi nombre es Trino y puedo decirte que esta basura es muy peligrosa para nosotros los pájaros. Podemos confundirla con comida y enfermarnos".
Lía se sorprendió y preguntó:
"¿De verdad, Trino?"
"Sí, y no solo nosotros. También los demás animales y plantas sufren por esto. Espero que más niños como ustedes se animen a cuidar nuestro hogar" - contestó el pajarito.
Emocionados por ayudar, Lía y Eco continuaron su labor. De repente, escucharon un fuerte ruido.
"¿Qué fue eso?" - preguntó Eco con una mezcla de temor y curiosidad.
"No lo sé… Vamos a ver" - respondió Lía, dirigiéndose a la fuente del sonido.
Al llegar, encontraron a un grande y animal oso llamado Bruno, que estaba atrapado con unos plásticos en su pata.
"¡Ayuda!" - gritó Bruno, asustado.
"¡No te preocupes, vamos a ayudarte!" - dijo Lía, mientras Eco empezaba a morder el plástico con su pequeña boca.
Con mucho esfuerzo, lograron liberar a Bruno.
"¡Muchas gracias, pequeños héroes! No sabía que la basura podría hacer tanto daño. Esta experiencia me ha enseñado a ser más cuidadoso" - dijo Bruno, aliviado.
"Nosotros también hemos aprendido algo hoy. Es importante cuidar el medio ambiente para que todos estemos a salvo" - comentó Lía.
Entonces, Bruno, emocionado, propuso:
"¡Hagamos una gran limpieza del parque! Pidamos ayuda a todos los amigos que tengamos".
"¡Gran idea!" - exclamó Eco.
Lía, Eco y Bruno se pusieron en marcha. Avisaron a otros animales, como conejo, tortuga y ardilla, que también querían ayudar. En poco tiempo, muchos se unieron a ellos y comenzaron a limpiar. Todos trabajaron juntos y disfrutaron del día solo con charlas, risas y buena música.
Cuando terminaron, el parque quedó brillando como nunca antes.
"¡Lo hicimos, Lía!" - dijo Eco, saltando de alegría.
"Sí, y parece que todos aprenderán a cuidar nuestro mundo. A partir de hoy, seremos los guardianes del ambiente" - respondió Lía, sonriendo.
Desde ese día, Lía, Eco, Bruno y sus amigos se comprometieron a cuidar la naturaleza. Cada semana hacían una limpieza en el parque y enseñaban a otros niños la importancia de no tirar basura y amar al medio ambiente.
Y así, un pequeño paso se convirtió en una gran aventura, donde todos cuidaban juntos su hogar.
"¡Cuida tu mundo y él te cuidará a vos!" - decía Lía, mientras jugaba feliz en su parque, rodeada de amigos y mucho amor por la naturaleza.
FIN.