La Aventura de Tomi y su Super Red
Había una vez un niño llamado Tomi, que vivía en un colorido barrio donde todos los chicos se reunían a jugar en el parque. Tomi adoraba la tecnología y pasaba horas en su tablet, compartiendo fotos y videos en una red social muy popular entre los más chicos.
Un día, mientras navegaba, recibió un mensaje de un chico que no conocía: 'Hola Tomi, soy Maxi, el mejor gamer del mundo. ¡Agregame a tu lista de amigos y jugamos juntos!'
Tomi, emocionado, pensó: '¡Qué genial! Conocer a alguien que juega como yo.' Pero justo cuando estaba a punto de aceptarlo, su amiga Luqui, una niña muy sabia, apareció y lo detuvo.
"¡Espera, Tomi! No deberías agregar a alguien que no conoces. Podría no ser quien dice ser" - le advirtió Luqui, cruzando los brazos.
"Pero Luqui, ¡tiene un montón de seguidores y juega muy bien!" - respondió Tomi, sin estar convencido.
"Eso no significa que sea de confianza. Siempre hay que tener cuidado. ¿Qué pasaría si me dijera que vaya a su casa y me envía un lugar donde nunca estuve?" - continuó Luqui.
Tomi pensó en sus amigos y en lo mucho que disfrutaba de sus juegos. Quería seguir compartiendo su pasión, pero también quería estar a salvo. Justo en ese momento, su tablet empezó a sonar, era un nuevo mensaje de Maxi.
"Si no agregas, nunca sabrás lo divertido que es jugar conmigo. ¡Vamos, no seas miedoso!"
"¡Fíjate! Esa es una táctica para tratar de convencerte. Eso puede ser peligroso. ¿Qué tal si hacemos un plan?" - propuso Luqui.
Así que juntos decidieron investigar. Buscaban en Internet ejemplos de cómo mantenerse seguros en las redes sociales. Aprendieron sobre los peligros de compartir información personal, cómo identificar perfiles falsos y la importancia de decirle a un adulto si algo no se sentía bien.
"¡Ya sé! Vamos a crear nuestra propia 'Super Red' donde solo agregaremos a amigos que conocemos de verdad y nunca compartiremos datos personales" - sugirió Tomi, iluminado por la idea.
De esta forma, Tomi y Luqui hicieron un cartel en el parque invitando a sus amigos a unirse a la 'Super Red'.
A la semana, muchos chicos del barrio se sumaron, y juntos aprendieron cómo jugar y compartir de una manera divertida y segura. Tomi se sintió orgulloso de haber tomado la decisión correcta, y nunca olvidó la lección que aprendió de su amiga: siempre es mejor preguntar y estar alertas en la red.
El parque se llenó de risas y juegos, todos felices de jugar juntos, pero con la certeza de estar bien cuidados por su 'Super Red'.
Y así, Tomi continuó disfrutando de la tecnología, con el corazón lleno de alegría y la cabeza llena de precauciones. Desde ese día, cada vez que alguien le escribía un mensaje a Tomi, él respondía con una frase que se volvió famosa entre sus amigos:
"¡Un amigo verdadero nunca es un extraño!"
FIN.