La batalla en el bosque encantado
Había una vez en un bosque encantado, donde todos los seres vivos vivían en armonía y felicidad.
En ese lugar mágico, había un árbol muy especial llamado Don Arból, que era conocido por su sabiduría y amor por la naturaleza. Un día, Don Arból convocó a todos los habitantes del bosque: los pájaros, las mariposas, los conejos y hasta las hormigas. Quería enseñarles la importancia de trabajar juntos para proteger el mundo de los seres vivos.
"-Queridos amigos -dijo con voz grave-, ha llegado el momento de cuidar nuestro hogar y asegurarnos de que todos podamos vivir en paz y armonía. "Los animales asintieron con entusiasmo y se comprometieron a ayudar en lo que fuera necesario.
Pero justo en ese momento, una mancha oscura comenzó a extenderse por el cielo. Era la malvada bruja Malicia, quien odiaba la belleza del bosque y quería destruirlo.
Don Arból supo que debían actuar rápido para detener a la bruja Malicia. Convocó a sus amigos más valientes: Rita la ardilla veloz, Pedro el colibrí audaz y Luna la luciérnaga brillante. Juntos idearon un plan para enfrentarse a la malvada bruja.
Decidieron usar sus habilidades únicas para confundir a Malicia y evitar que lanzara su hechizo de destrucción sobre el bosque.
Rita correría tan rápido alrededor de ella que se marearía, Pedro revolotearía tan cerca de su rostro que no podría ver nada, y Luna iluminaría el camino para guiar a sus amigos. La batalla finalmente llegó y los valientes amigos pusieron en acción su plan. Rita corría sin parar alrededor de Malicia, Pedro revoloteaba frenéticamente frente a ella y Luna brillaba con toda su intensidad.
La bruja estaba tan confundida que no lograba concentrarse en su hechizo destructivo. Finalmente, agotada e incapaz de seguir luchando contra la determinación de los seres vivos del bosque, Malicia huyó entre gritos furiosos prometiendo venganza.
El bosque estalló en celebración por su victoria contra la malvada bruja Malicia. Todos se abrazaron emocionados por haber trabajado juntos para proteger su hogar.
Desde ese día, todos los habitantes del bosque entendieron que solo trabajando juntos podrían mantener vivo el mundo de los seres vivos. Y bajo la sabia guía de Don Arból, continuaron protegiendo su hogar con amor y solidaridad.
Y colorín colorado este cuento educativo sobre cuidar nuestro entorno ha terminado ¡Que viva siempre El Mundo De Los Seres Vivos!
FIN.