La bruja del árbol navideño



Había una vez, en un bosque encantado, una bruja llamada Luna. Luna era diferente a las demás brujas del bosque, ella no disfrutaba de hacer maldades ni de asustar a los animales que habitaban allí.

En cambio, le gustaba observar la naturaleza y aprender sobre las plantas y los árboles. Un día, mientras caminaba por el bosque, Luna escuchó risas y cantos provenientes de un pueblo cercano.

Se acercó para ver qué estaba sucediendo y se encontró con que estaban celebrando la Navidad. Luna nunca había oído hablar de la Navidad antes. Se acercó a un grupo de niños que jugaban con luces y les preguntó: "Disculpen mi ignorancia, pero ¿qué es la Navidad?".

Los niños miraron a Luna sorprendidos al verla vestida con su túnica negra y sombrero puntiagudo, pero le explicaron amablemente que era una celebración donde se compartía amor y alegría entre amigos y familiares.

Luna quedó fascinada con esta idea y decidió que quería ser parte de esa celebración. Sin embargo, sabía que no sería fácil ya que todos en el pueblo temían a las brujas.

"¿Cómo puedo hacer para participar sin asustarlos?", se preguntaba Luna mientras regresaba al bosque. Entonces tuvo una idea: transformarse en un árbol navideño. Con sus poderes mágicos logró convertirse en un hermoso pino decorado con luces brillantes e incluso colocó algunos regalos debajo para los niños del pueblo.

La gente del pueblo quedó asombrada al ver el árbol de Navidad tan hermoso y lleno de vida. Los niños se acercaron corriendo para abrir los regalos que Luna había dejado.

"¡Miren!", exclamó uno de los niños, "es un regalo de la bruja del bosque". Todos se quedaron sorprendidos al escuchar esto, nunca antes habían recibido un regalo de una bruja. A partir de ese momento, la gente del pueblo comenzó a mirar a Luna con otros ojos.

Luna estaba feliz por haber logrado ser parte de la Navidad sin asustar a nadie. Se dio cuenta de que no era necesario hacer maldades para ser aceptada y que podía compartir su amor y conocimiento con los demás.

Desde entonces, todos los años en Navidad, Luna se transformaba en un árbol navideño para compartir su alegría con el pueblo. Y así fue como una bruja aprendió el verdadero significado de la Navidad: amor, amistad y generosidad.

FIN.

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