La chita salvadora de la sabana



Había una vez en la sabana africana, una chita llamada Luna. Luna era conocida por ser el animal más veloz de todo el reino animal.

Todos los demás animales se maravillaban al verla correr a toda velocidad persiguiendo a sus presas. Un día, Luna decidió que quería demostrarles a todos que su velocidad no solo servía para cazar, sino también para ayudar a otros animales en problemas.

Así que se propuso recorrer toda la sabana en busca de quien necesitara su ayuda. En su camino, Luna se encontró con Simón, un pequeño antílope que había perdido a su mamá y estaba asustado y solo.

Sin dudarlo ni un segundo, Luna se acercó a él y le dijo: "No temas, pequeño antílope. Te ayudaré a encontrar a tu mamá. " Y sin esperar respuesta, comenzó a correr a toda velocidad siguiendo las huellas de la mamá antílope.

"¡Luna, eres increíblemente veloz!" -exclamaba Simón mientras intentaba seguirle el paso. Después de una larga carrera, finalmente encontraron a la mamá antílope y Simón pudo reunirse con ella gracias a la rapidez y valentía de Luna. Pero la aventura no había terminado aún.

Mientras descansaban bajo un árbol, escucharon los gritos desesperados de Marta, una jirafa cuyo cuello se había enredado en unas ramas altas e inalcanzables para ella. "¡Luna! ¡Por favor ayúdame!" -suplicaba Marta entre sollozos.

Sin pensarlo dos veces, Luna se puso en acción. Con movimientos ágiles y veloces logró desenredar el cuello de Marta y liberarla del apuro en el que se encontraba.

Marta estaba tan agradecida que no paraba de dar vueltas alrededor de Luna con su largo cuello extendido como si fuera un abrazo gigante. Gracias a sus acciones valientes y rápidas, Luna se convirtió en la heroína de la sabana.

Todos los animales le pedían ayuda cuando tenían problemas sabiendo que podían confiar en su increíble velocidad para resolver cualquier situación complicada. Y así fue como Luna demostró que ser veloz no solo servía para cazar o competir, sino también para cuidar y proteger a quienes lo necesitaban en el reino animal.

Desde entonces, su nombre resonaría por siempre como ejemplo de bondad y valentía en cada rincón de la sabana africana.

FIN.

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