La Costurera de la Patria


Había una vez, en los albores de la Argentina, una costurera llamada María Catalina Echevarría, conocida por todos como “la costurera de la patria”.

Su destreza con la aguja y el hilo era legendaria, y su amor por su país, inmenso. Un día, el General Manuel Belgrano se acercó a ella con una petición especial. “Quiero, doña Catalina, una bandera con los colores de la escarapela: celeste y blanco”, le dijo el general.

María Catalina asintió con emoción, sabiendo que esa bandera sería un símbolo de libertad. Para elegir los colores, María Catalina decidió inspirarse en el cielo, tomando el azul celeste por el manto de la Inmaculada Concepción y el blanco por la pureza de la Virgen.

Con amor y cuidado, cosió la primera bandera argentina, uniendo con sus puntadas a toda una nación. La bandera ondeó orgullosa, y su espíritu inspiró a muchos a luchar por la independencia.

Desde entonces, la bandera celeste y blanca ondea en los cielos argentinos, recordando el valor y la determinación de aquellos que lucharon por la libertad. Y todo gracias a la labor de la costurera de la patria, quien con su aguja hizo historia.

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