la cura de las plantas medicinales



En lo profundo de la selva vivía un niño llamado Mateo. Mateo era muy travieso y curioso, y un día decidió adentrarse en el bosque sin avisar a sus padres. Mientras jugaba, tropezó y se lastimó la pierna.

A pesar del dolor, logró llegar a una zona llena de plantas medicinales que su abuelo solía mostrarle. Sin saber qué hacer, Mateo decidió probar con ellas.

Buscó con cuidado las que recordaba, preparó un ungüento y se lo aplicó en la herida. Al día siguiente, la pierna de Mateo estaba mucho mejor. Decidió investigar más sobre las plantas medicinales y descubrió que muchas de ellas tenían propiedades curativas. Además, aprendió a cuidarlas y a usarlas con responsabilidad.

Mateo comprendió que la naturaleza es sabia y generosa, y a partir de ese día se convirtió en el guardián de la selva, enseñando a todos sobre el poder sanador de las plantas.

Su historia se extendió por todo el pueblo, y la gente comenzó a valorar y respetar aún más la naturaleza. Mateo se convirtió en un héroe, no solo por sanar su propia herida, sino por enseñar a todos el secreto de las plantas medicinales.

FIN.

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