La fiesta de hielo de Lourdes y Barbie



Lourdes estaba muy emocionada porque se acercaba su cumpleaños número seis. Desde hacía meses venía planeando su fiesta con Barbie, su muñeca favorita. Quería que fuera una celebración especial y diferente a todas las anteriores.

- ¡Barbie, estoy tan emocionada por mi cumpleaños! -exclamó Lourdes mientras jugaba en su habitación. - ¡Yo también estoy emocionada, Lourdes! Será una fiesta increíble -respondió Barbie con entusiasmo.

Lourdes había tenido una idea brillante: quería festejar su cumpleaños en un lugar donde hiciera mucho frío para experimentar algo nuevo y divertido. Decidió que sería en la pista de hielo más grande de la ciudad.

El día del cumpleaños de Lourdes llegó, y sus padres la llevaron a la pista de hielo junto con Barbie y sus amigas. Estaban todos envueltos en abrigos calentitos y bufandas coloridas para protegerse del frío. La música alegre sonaba de fondo mientras patinaban sobre el resplandeciente hielo.

- ¡Qué divertido es esto, Barbie! -gritó Lourdes mientras daba vueltas con destreza. - ¡Sí, es genial! Nunca antes había patinado sobre hielo. Gracias por invitarme, Lourdes -respondió Barbie emocionada.

De repente, uno de los giros inesperados ocurrió: el pastel de cumpleaños se resbaló de la mesa y cayó al suelo helado. Todos se quedaron mirando sorprendidos, pero Lourdes no perdió el ánimo.

- No importa que el pastel se haya caído, lo importante es estar aquí juntos y pasarlo bien -dijo Lourdes con una sonrisa reconfortante. Sus amigos asintieron y continuaron disfrutando del día como si nada hubiera pasado. Patinaron durante horas, rieron sin parar y crearon recuerdos inolvidables juntos.

Al finalizar la tarde, cuando regresaban a casa después de un día lleno de diversión, Barbie le dijo a Lourdes:- Gracias por enseñarme que los imprevistos pueden ocurrir en cualquier momento, pero lo importante es mantenernos positivos y disfrutar cada instante juntos.

Lourdes asintió con cariño hacia su muñeca favorita sabiendo que había aprendido una valiosa lección ese día: lo importante no son las circunstancias externas sino cómo decidimos enfrentarlas con optimismo y alegría.

Y así terminó el inolvidable cumpleaños número seis de Lourdes junto a Barbie en un lugar donde hacía mucho frío pero sus corazones estaban llenos de calor y felicidad.

FIN.

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