La Gata Valiente y el Lobo Tierno
En un rincón del bosque vivía una gata llamada Lila. Era una gata curiosa y aventurera que siempre soñaba con exploraciones. Un día, mientras paseaba, encontró un lobo llamado Leo. A pesar de que todos le decían que los lobos eran peligrosos, Lila decidió hablarle.
"Hola, ¿cómo te llamás?" - preguntó Lila, con sus ojos brillando de curiosidad.
"Soy Leo. ¿Y vos?" - respondió el lobo, un poco sorprendido por la valentía de la gata.
Lila, emocionada, empezó a contarle sobre sus sueños de aventura.
"Quiero conocer el final del arcoíris y encontrar tesoros olvidados," - dijo ella con entusiasmo.
Leo la miró con interés y le dijo:
"Yo sé donde está el arcoíris. ¿Querés que te ayude?"
Lila titubeó un poco.
"No sé, todos dicen que los lobos son peligrosos..."
Leo, sintiendo la duda de Lila, decidió demostrarle que era diferente.
"Soy un lobo amable. No te haré daño. Te prometo que seré tu amigo y protector en esta aventura."
Con un poco de incertidumbre, Lila aceptó y juntos emprendieron el viaje. Mientras caminaban, Leo le mostró los secretos del bosque: el río que cantaba, las flores que bailaban con el viento y las criaturas que se escondían entre los árboles. Lila estaba maravillada.
"Mirá esa mariposa!" - exclamó Lila, saltando de alegría.
"Sí, son hermosas. Pero, cuidado, no te acerques demasiado a la cueva. Ahí viven algunos animales que son un poco bruscos." - advirtió Leo.
Lila, intrigada, se sintió atraída por la cueva. Sin embargo, recordó la advertencia de Leo.
"Quizás debamos seguir nuestro camino. Hay tanto por descubrir," - dijo Lila, convenciendo a sí misma.
Así, continuaron su viaje, hasta que llegaron a un gran prado donde el arcoíris tocaba el suelo. Lila saltó de alegría.
"¡Lo logramos! ¡Estamos en el final del arcoíris!"
Mientras Lila contemplaba el hermoso paisaje, Leo la miró con cariño y le dijo:
"Lo mejor de esta aventura fue compartirla contigo, Lila."
Lila sonrió, sintiendo que la verdadera magia no era solo el arcoíris, sino la amistad que había creado con Leo.
"Gracias, Leo. Nunca imaginé que un lobo podría ser tan buen amigo."
A partir de ese día, Lila y Leo exploraron juntos, demostrando a todos en el bosque que las apariencias pueden engañar y que la verdadera amistad no conoce límites.
Fin.
FIN.