La Gran Aventura de los Pollitos



Había una vez en una granja colorida y llena de vida, un grupo de pollitos que siempre soñaban con aventuras más allá de los límites del gallinero. Sus nombres eran Pipo, Lala, Toto y Lucho. Todos los días, después de que su mamá gallina les decía que debían quedarse cerca, se miraban entre ellos con ansias de explorar. Un día, después de escuchar la historia de un viejo gallo sobre el bosque mágico que se encontraba más allá de la granja, decidieron que esa sería su oportunidad.

-Pipo: "¿Y si nos aventuramos un poco más allá del gallinero? Dicen que el bosque está lleno de cosas maravillosas."

-Lala: "¡Sí! Pero mamá siempre dice que no debemos alejarnos. ¿Y si nos perdemos?"

-Toto: "Vamos, Lala, somos grandes! Ya sabemos correr rápido y escondernos. Además, no nos iremos muy lejos."

-Lucho: "¡Yo quiero ver un arcoíris de cerca! ¡Vamos!"

Así, con el corazón lleno de emoción y un poco de nerviosismo, los pollitos se escaparon del gallinero y comenzaron su travesía hacia el bosque mágico. Durante el camino, se encontraron con un lindo estanque donde podían ver su reflejo.

-Lala: "¡Miren, somos hermosos!"

-Toto: "Pero no perdamos tiempo, ¡el bosque nos espera!"

Continuando su camino, cruzaron flores de todos los colores y escucharon el canto de los pájaros. Sin embargo, al llegar al borde del bosque, se encontraron con un gran problema. Una enorme sombra apareció frente a ellos.

- Lucho: "¿Qué es eso?"

- Pipo: "¡Es un zorro! ¡Tenemos que escondernos!"

Los pollitos, asustados, corrieron y se escondieron detrás de un arbusto. Mientras el zorro olfateaba el aire, una sabia tortuga se acercó a ellos.

- Tortuga: "¿Por qué están tan asustados, pequeños?"

- Lala: "Hay un zorro y no sabemos qué hacer."

- Tortuga: "No se preocupen, aquí les doy un consejo. Trabajar juntos siempre es la mejor solución. ¿Vieron cuántos son? Si se quedan unidos, pueden asustar al zorro."

Los pollitos comenzaron a murmurar entre ellos.

- Toto: "¿Y si hacemos ruido juntos? Tal vez así lo asustemos."

- Lucho: "¡Sí! ¡Como un gran equipo de pollitos!"

- Pipo: "Vamos, contemos hasta tres y gritemos todos a la vez."

El plan fue simple, pero emocionante. Contaron juntos: 1, 2, y 3.

- Todos: "¡Pío! ¡Pío! ¡Pío!"

El ruido era tan fuerte y sorpresivo que el zorro se dio la vuelta y salió corriendo. Los pollitos, riéndose de su valentía y unidad, decidieron seguir explorando adentrándose un poco más en el bosque.

Al poco rato, encontraron un árbol gigante con un arcoíris brillando justo sobre él.

- Lucho: "¡Miren! ¡Es el arcoíris que quería ver! ¡Es aún más hermoso de cerca!"

- Lala: "Vale la pena haber venido aquí."

Mientras jugaban alrededor del árbol, se dieron cuenta de que la luz del sol comenzó a desaparecer y se sentía el aire fresco de la tarde.

- Toto: "Uh-oh, creo que es hora de volver a casa. No quiero preocupar a mamá."

- Pipo: "¿Creen que podamos llegar a tiempo?"

Decidieron seguir su camino de regreso, pero las cosas no fueron tan fáciles. Se perdieron entre los árboles, y empezaron a sentir un poco de miedo.

- Lucho: "¿Y si nunca encontramos el camino a casa?"

- Lala: "Yo estoy asustada..."

En ese momento, recuerdan lo que la tortuga les dijo.

- Toto: "¡Tenemos que mantenernos unidos! Juntos podemos encontrar el camino."

Así que, siguiendo sus instintos, empezaron a buscar señales familiares. Después de unos minutos, escucharon el cacareo de las gallinas y al fin, encontraron el camino que los llevaría de regreso a su gallinero.

Cuando finalmente llegaron, la mamá gallina los estaba esperando con los ojos llenos de preocupación.

- Mamá Gallina: "¡Oh, mis pequeños, dónde estuvieron! Tenía tanto miedo de que se perdieran."

- Pipo: "¡Lo sentimos, mamá! Fue una gran aventura, y aprendimos que juntos somos fuertes."

- Lala: "Y nunca más nos alejaremos sin avisarte. Pero ¡el bosque es mágico!"

La mamá gallina sonrió, aliviada de que sus pollitos estuviesen bien, y los abrazó con gran ternura. Aprendieron que la curiosidad es maravillosa, pero también es importante ser responsables. Desde entonces, cada día los pollitos compartían historias de su increíble aventura, sabiendo que siempre podían contar los unos con los otros.

Y así, en la granja, cada pollito era más sabio y, por supuesto, mucho más unido.

FIN.

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