La Gran Fiesta del Bosque

Había una vez, en un hermoso bosque lleno de árboles frondosos y flores de colores brillantes, una comunidad de animales que vivían en armonía. Cada animal tenía su propia casa y su propio trabajo, pero había una cosa que todos compartían: la celebración de la Gran Fiesta del Bosque que se realizaba una vez al año.

Pero este año, algo se sentía diferente. Mientras los animales se preparaban para la fiesta, un nuevo inquilino llegó al bosque. Era un pajarito llamado Tico, que venía de un lugar lejano. Tico tenía plumas de muchos colores y un canto dulce, pero era muy tímido. Cuando llegó, se sintió un poco fuera de lugar.

La primera en verlo fue Clara, la ardilla.

"¡Hola, pajarito nuevo! ¿Te gustaría participar en la fiesta?" - le preguntó emocionada.

"Me gustaría, pero no tengo amigos aquí y no sé si me invitarán" - contestó Tico nervioso.

"¡No te preocupes! Todos son bienvenidos, ven con nosotros a ayudar a preparar todo" - dijo Clara con una sonrisa.

Así fue como Tico se unió al grupo. Ayudó a recoger frutos y a decorar el claro del bosque. A medida que pasaba el tiempo, el pajarito comenzó a sentirse más a gusto. Notaba que cada animal tenía habilidades especiales: las ranas hacían música, los ciervos aportaban su gracia para bailar, y los zorros traían comida deliciosa. Todos estaban entusiasmados por la fiesta.

Un día, mientras trabajaban, los animales comenzaron a hablar sobre la Gran Fiesta.

"Este año haremos algo especial. ¡Necesitamos una canción nueva para la fiesta!" - propuso Tímido, el conejo.

"¡Eso suena genial! Pero, ¿quién puede componerla?" - preguntó Lía, la liebre.

"¿Qué tal si Tico nos ayuda?" - sugirió Clara.

Tico miró a los otros animales con sorpresa.

"Pero, ¡no sé si soy tan bueno!" - dijo, con timidez.

"¡Claro que sos bueno! Tu canto es hermoso, puedes crear algo mágico" - animó Lía.

"¡Sí! Tú eres parte de la comunidad ahora. Juntos seremos mejores" - agregó Tímido.

Con un poco de ánimo, Tico decidió darle una oportunidad. Pasó días trabajando con Clara y los demás para componer la canción perfecta. Mientras lo hacía, los animales comenzaron a darse cuenta de que cada uno aportaba algo único a la fiesta. Tico les enseñó a mezclar distintos ritmos y melodías, y en cada ensayo, la alegría crecía.

Pero cuando llegó el día de la Gran Fiesta, comenzaron a surgir problemas.

"No sé si quiero cantar frente a todos" - confesó Tico, observando a los animales disfrutar de su trabajo.

"¡No te preocupes! Todos te apoyaremos" - dijo Clara.

Cuando llegó el momento de la presentación, el gran claro del bosque estaba lleno de animales, listos para celebrar.

"¡Bienvenidos a la Gran Fiesta del Bosque!" - anunció el viejo búho, que era el maestro de ceremonias.

Los animales comenzaron a actuar: las ranas croaron, los ciervos bailaron, y los zorros sirvieron deliciosos platillos. Finalmente, llegó el momento de Tico. Su corazón latía con fuerza, pero Clara y los demás estaban a su lado.

"Recuerda, no estás solo. ¡Todos estamos contigo!" - le susurró Tímido.

Tico respiró hondo y se lanzó. Con su voz suave, comenzó a cantar la canción que habían compuesto. Al principio, estaba nervioso, pero en cuanto vio las sonrisas y los movimientos de todos sus amigos, se sintió más seguro.

"¡Eso es maravilloso, Tico!" - gritó Lía desde el público.

Y así, con cada nota, el pajarito mostró su talento. Al finalizar la canción, el bosque estalló en aplausos. Todos los animales estaban emocionados, y Tico se sintió parte de algo más grande.

"¡Bravo! ¡Eres uno de nosotros!" - dijeron en coro.

A partir de ese día, Tico no solo encontró amigos en el bosque, sino que también aprendió sobre la importancia de la inclusión y la diversidad. Todos tenían algo que aportar, y juntos lograron hacer de la Gran Fiesta del Bosque, un evento inolvidable.

Desde entonces, el bosque se llenó de nuevas historias de amistad y colaboración, y Tico se convirtió en un querido integrante de la comunidad. Y así, la Gran Fiesta del Bosque continuó, uniendo a todos los animales sin importar de dónde vinieran.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.