La leyenda del bosque



rase una vez en un bosque de eucalipto, vivía Kiki, una koala muy curiosa y traviesa.

Kiki era famosa por ser la más rápida de todos los koalas, a pesar de que se decía que éramos animales de movimiento lento. Pero Kiki no estaba conforme con simplemente alimentarse durante la noche y dormir durante el día como el resto de su especie; ella quería explorar y descubrir todo lo que había más allá del bosque.

Un día, mientras sus amigos dormían plácidamente en las ramas de los árboles, Kiki decidió aventurarse fuera del bosque.

Con sus patas fuertes y garras afiladas, trepó ágilmente por los troncos y saltó de rama en rama hasta llegar al borde del bosque. Allí se detuvo sorprendida al ver un paisaje desconocido lleno de colores brillantes y sonidos nuevos. - ¡Wow! ¡Esto es increíble! -exclamó Kiki maravillada. Justo en ese momento, escuchó un suave llanto proveniente de un arbusto cercano.

Se acercó sigilosamente y descubrió a un pequeño canguro atrapado entre las ramas. - ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? -preguntó Kiki con preocupación. El canguro miró a Kiki con ojos tristes y asintió.

Sin dudarlo, Kiki usó sus garras para cortar las ramas que aprisionaban al canguro, liberándolo finalmente. - ¡Gracias! Eres muy valiente por aventurarte fuera del bosque para ayudarme -dijo el canguro emocionado. Kiki sonrió orgullosa y juntos regresaron al bosque.

A partir de ese día, Kiki se convirtió en la heroína del bosque, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. Su valentía inspiraba a todos los demás koalas a salir de su zona de confort y explorar el mundo que los rodeaba.

Poco a poco, otros animales del bosque comenzaron a visitarnos para pedir consejos o compartir historias con Kiki.

La fama de nuestra intrépida koala se extendió más allá del bosque de eucalipto, convirtiéndola en una leyenda entre todos los habitantes del lugar.

Y así, gracias a la valentía y determinación de Kiki, aprendimos que no importa cuán lentos podamos ser o cuál sea nuestra rutina diaria; siempre hay espacio para la aventura y la amistad si estamos dispuestos a abrir nuestros corazones al mundo que nos rodea.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!