La Luz en la Oscuridad



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Nazaret, un grupo de amigos muy especiales. Eran los discípulos de Jesús, un hombre sabio y lleno de amor que enseñaba a todos sobre el amor y la compasión.

Un día, mientras caminaban juntos por el camino hacia Jerusalén, Jesús les dijo a sus amigos algo que los dejó sorprendidos: "Mis queridos discípulos, ha llegado el momento en que debo enfrentar grandes desafíos. Seré crucificado para salvar al mundo".

Los discípulos no podían creer lo que escuchaban. Estaban asustados y tristes porque amaban mucho a su amigo Jesús. Pero también sabían que él siempre había sido valiente y fuerte en todas las situaciones difíciles.

Decidieron acompañarlo hasta el final y apoyarlo en todo momento. Juntos continuaron su viaje hacia Jerusalén. Al llegar a la ciudad, se encontraron con mucha gente reunida para celebrar una fiesta importante.

Los discípulos estaban preocupados porque sabían que algunas personas no entendían las enseñanzas de Jesús y podrían hacerle daño. Entonces planearon protegerlo durante la noche mientras descansaba en un lugar seguro.

Pero cuando llegó la hora acordada, uno de ellos llamado Judas traicionó a Jesús y lo entregó a las autoridades. Los demás discípulos quedaron devastados al enterarse de esta traición. No podían entender cómo alguien tan cercano a ellos pudo hacer algo así. Sin embargo, decidieron seguir adelante con valentía y fe.

Jesús fue arrestado injustamente y llevado ante Pilato, el gobernador. A pesar de que Pilato sabía que Jesús era inocente, la gente insistió en su crucifixión. Los discípulos estaban desesperados y tristes al ver a su amigo tan maltratado.

Pero recordaron las palabras de Jesús sobre el amor y la compasión, y decidieron mantenerse fuertes. Mientras Jesús cargaba con la cruz por las calles llenas de gente, un hombre llamado Simón se acercó para ayudarlo.

Los discípulos se dieron cuenta de que no estaban solos en este difícil momento. Finalmente, llegaron al lugar donde crucificarían a Jesús. Los discípulos se abrazaron unos a otros, llorando por lo que estaba por suceder.

Pero también recordaron las enseñanzas de Jesús sobre la esperanza y el perdón. Cuando clavaron a Jesús en la cruz, los discípulos sintieron un dolor profundo en sus corazones. Pero también sabían que esto era parte del plan divino y confiaban en que algo bueno vendría después.

Pasaron tres días muy tristes hasta que ocurrió un milagro maravilloso: ¡Jesús resucitó! Los discípulos no podían creerlo cuando vieron a su querido amigo nuevamente vivo y lleno de luz.

A partir de ese día, los discípulos entendieron aún más el poder del amor y la importancia de seguir las enseñanzas de Jesús. Se convirtieron en mensajeros valientes llevando sus palabras a todas partes del mundo. Esta historia nos enseña sobre el valor, la amistad y la fe inquebrantable.

Nos muestra que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza y un nuevo comienzo.

Y así, los discípulos de Jesús continuaron su misión con valentía y amor, compartiendo la historia inspiradora de su amigo que había vencido a la muerte para llevar luz a todos los corazones.

FIN.

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