La Mariposa Color Púrpura



Había una vez, en un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores, una mariposa muy especial llamada Lila. Lila no era como las demás mariposas, porque su color era un vibrante púrpura que brillaba bajo el sol. Aunque era la mariposa más hermosa del jardín, con sus alas de un color único, Lila sentía que algo le faltaba en su vida.

Un día, mientras revoloteaba entre las flores, se encontró con un grupo de mariposas amarillas que estaban jugando. Intrigada, se acercó y les dijo:

"Hola, ¿puedo jugar con ustedes? Me gustaría unirme a la diversión."

Las mariposas amarillas, sorprendidas por el color de Lila, se miraron entre sí y una de ellas respondió:

"Bueno, nos encanta jugar, pero... no sé si encajás con nosotras. Tal vez deberías quedarte en tu grupo de mariposas púrpuras."

Lila sintió el corazón encogerse. No podía entender por qué su color la excluía de la diversión. Triste, decidió alejarse y volar hacia los rincones más lejanos del jardín, donde otras criaturas solitarias buscaban compañía.

Allí, Lila encontró a un viejo sapo llamado Don Pepe.

"¿Por qué estás tan triste, pequeña mariposa?" - le preguntó Don Pepe.

Lila le explicó lo que había sucedido:

"Quisiera tener un color diferente, uno que me haga encajar y jugar con las demás."

Don Pepe la miró con sabiduría y respondió:

"Cualquier color puede ser hermoso, Lila. No se trata solo del exterior, sino de lo que llevas dentro."

Sin embargo, Lila no estaba convencida. Así que se pasó el día volando y mirando a su alrededor, deseando ser como las amarillas. Pero a medida que pasaban los días, comenzó a notar algo peculiar: otras criaturas del jardín la miraban con admiración. No solo los sapos, sino también los pájaros, las flores y hasta las ardillas.

Un día, escuchó a un pequeño pájaro, que estaba en un árbol cercano, comentar:

"Mirá a esa mariposa púrpura, es tan especial. Su color brilla más que el sol."

Con estas palabras, Lila comenzó a entender que su color no solo la hacía diferente, sino que era lo que la hacía única. Decidió volar de nuevo hacia el grupo de mariposas amarillas y, con un nuevo ánimo, les dijo:

"¡Hola! Quiero jugar con ustedes. Soy Lila, la mariposa color púrpura."

Las mariposas amarillas se sorprendieron y una de ellas, llamada Amaril, respondió:

"¡Te llamamos así! Nunca habíamos visto una mariposa como vos. Vení, juguemos."

Desde ese día, Lila se unió a sus juegos, no sólo en los jardines, sino conservando su originalidad. Con el tiempo, las mariposas amarillas comenzaron a darse cuenta de que la diferencia no era un obstáculo, sino una forma maravillosa de enriquecer su grupo. Lila enseñó a las amarillas a jugar en diferentes formas y a disfrutar de todo lo que la naturaleza podía ofrecer.

Un día, mientras volaban, se encontraron con un grupo de insectos que tenían una competencia de danza. Las mariposas decidieron participar. Al llegar, Lila se adelantó y les dijo a todos:

"¿Puedo ser la líder de la danza? Tengo una idea increíble."

Los insectos y las otras mariposas miraron a Lila con curiosidad.

"No sé si se puede confiar en una mariposa púrpura para liderar" - le dijo un bicho.

"¡Dame una oportunidad!" - dijo Lila con determinación.

Así que comenzó a guiar a todos con pasos coordinados. Las mariposas amarillas mostraron sus mejores acrobacias y Lila, con su brillo púrpura, iluminó todo el lugar. Al final, los insectos aplaudieron y dijeron:

"¡Increíble! Nunca pensamos que una mariposa púrpura hubiera podido hacer algo así."

Lila sonrió, ahora entendiendo que su color no solo era hermoso sino poderoso. Desde ese día, se convirtió en un símbolo de unidad y alegría en el jardín.

Aprendió que la verdadera belleza no estaba solo en las apariencias, y que ser diferente era, en realidad, algo maravilloso. Las mariposas amarillas, junto con Lila, continuaron jugando y enseñando a otros sobre la importancia de la inclusión y la aceptación.

Y así, el jardín floreció como nunca antes, lleno de mariposas de todos los colores, felices de ser y de volar juntas, porque al final, ser uno mismo es lo que realmente importa.

FIN.

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