La melodía mágica
Había una vez en un lejano país de melodías y armonías, un grupo de notas musicales que vivían felices en el pentagrama de la maestra Melodía.
Cada nota tenía su propio sonido y personalidad: Do era alegre y vibrante, Re era un poco tímido pero muy dulce, Mi era travieso y juguetón, Fa era serio y responsable, Sol siempre brillaba con su energía positiva, La era elegante y refinado, y Si era un poco despistado pero muy amigable.
Un día, mientras practicaban para el gran concierto anual del Reino de las Armonías, las notas musicales se dieron cuenta de que les faltaba algo importante: ¡la clave de sol! Sin ella, no podrían interpretar la pieza principal del concierto.
Estaban preocupados y no sabían qué hacer. "¡Oh no! ¿Qué haremos sin la clave de sol?" exclamó Sol con angustia. "Tranquilos amigos, seguro encontraremos una solución", dijo Fa tratando de mantener la calma.
Decidieron ir en busca de la clave de sol por todo el pentagrama. Recorrieron los compases más altos y bajos, pasaron por las líneas y espacios musicales, preguntaron a las figuras rítmicas e incluso buscaron detrás de las claves antiguas.
Pero nada parecía dar resultado. Fue entonces cuando Mi tuvo una brillante idea:"¡Ya sé! Si tocamos todos juntos en armonía con lo que tenemos hasta ahora, tal vez podamos crear nuestra propia clave de sol".
Las demás notas lo miraron sorprendidas al principio, pero luego asintieron emocionadas ante la posibilidad de resolver su problema juntas.
Se pusieron manos a la obra: Do marcó el ritmo con entusiasmo, Re entonó una melodía suave y delicada; Mi añadió sus travesuras para darle chispa; Fa mantuvo todo en orden con su seriedad; Sol irradiaba alegría con cada acorde; La aportó elegancia con su tono refinado; Si completaba el conjunto con sus notas despistadas pero amigables.
Y así fue como las notas musicales crearon una melodía tan hermosa y armoniosa que parecía brillar como una verdadera clave de sol. La maestra Melodía escuchó desde lejos y se acercó emocionada al ver lo que habían logrado sus pupilos.
"¡Qué maravilla! Nunca había escuchado algo tan bello. Ustedes mismos han creado la magia que necesitaban", exclamó orgullosa. El día del gran concierto llegó finalmente y las notas musicales interpretaron su creación con tanto sentimiento y pasión que cautivaron a toda la audiencia.
Al finalizar la presentación, recibieron una ovación cerrada y se abrazaron emocionados por el éxito obtenido gracias a trabajar juntos en equipo.
Desde ese día en adelante, las notas musicales entendieron que aunque cada uno tuviera su propia personalidad única, solo trabajando juntos podían alcanzar grandes cosas. Y así continuaron creando música hermosa e inspiradora para deleitar los oídos del mundo entero. Y colorín colorado este cuento musical ha terminado.
FIN.