La niña y su perrita Camely



En un hermoso pueblo de Argentina vivía una niña llamada Rosita, quien tenía una perrita llamada Camely. Rosita y Camely eran inseparables; jugaban juntas, se iban de paseo al parque y compartían momentos maravillosos.

Un día, Rosita escuchó a unos vecinos comentar que habría un concurso de talentos en el pueblo. Emocionada, le contó a Camely sobre la noticia.

"¡Camely, podríamos participar juntas en el concurso de talentos! Tú eres muy especial y podríamos demostrarlo al mundo", dijo Rosita con entusiasmo. Camely movió la cola emocionada, como si estuviera de acuerdo con la idea. Rosita y Camely empezaron a practicar todos los días. Rosita enseñaba a Camely trucos nuevos: sentarse, dar la pata, y traer la pelota.

Camely aprendía rápidamente y se veía feliz cada vez que lograba hacer bien un truco. Llegó el día del concurso y Rosita y Camely estaban listas para mostrar su talento. Cuando les llegó el turno, Camely ejecutó todos sus trucos a la perfección.

El público aplaudió emocionado al ver la destreza de la perrita. Rosita se sentía orgullosa de su amiga. Al final del concurso, el jurado anunció que Rosita y Camely habían ganado el primer premio.

Rosita no podía creerlo, estaba radiante de felicidad y abrazó a Camely con emoción. Desde ese día, Rosita y Camely se convirtieron en un ejemplo de superación y trabajo en equipo para todos en el pueblo.

La historia de su triunfo se volvió famosa y muchas personas viajaban al pueblo solo para ver a la increíble perrita Camely. Rosita y Camely demostraron que con esfuerzo y constancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

FIN.

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