La Noche de las Linternas de Jack



En un pequeño pueblo de Irlanda, rodeado de colinas y valles verdes, vivía un niño llamado Timmy. Timmy era un niño curioso, siempre dispuesto a descubrir cosas nuevas. En la escuela, sus amigos hablaban de una celebración que se acercaba: ¡la Noche de Halloween!"¿Qué es Halloween?" - preguntó Timmy emocionado.

"Es la noche en la que los espíritus regresan a la Tierra, ¡y nosotros debemos hacer algo para mantenerlos alejados!" - respondió su amiga Fiona con una sonrisa.

Timmy se quedó intrigado. Así que decidió investigar más sobre esa noche misteriosa. Cuando llegó a casa, se sentó con su abuelo, quien había vivido muchas aventuras en su juventud.

"Abuelo, ¿qué significa Halloween?" - inquirió Timmy.

"Ah, mi querido Timmy, Halloween tiene una historia muy antigua. Se originó en una festividad celta llamada Samhain. En esa noche, las personas encendían fogatas y usaban disfraces para alejar a los espíritus traviesos." - explicó su abuelo mientras acomodaba su sombrero de paja.

Timmy escuchaba atento, sorprendido.

"¿Y por qué tenemos que alejarlos?" - preguntó, curioso.

"Los espíritus pueden ser juguetones, pero no todos son amables. Así que, para proteger a nuestras familias y hogares, hacemos linternas de nabos, para iluminar el camino y asustar a los que no son bienvenidos." - dijo el abuelo, guiñándole un ojo.

Timmy se sintió inspirado y decidió que quería hacer la linterna más brillante y hermosa de todo el pueblo. Al día siguiente, reunió a sus amigos: Fiona, Liam y Cara.

"¡Vamos a hacer muchas linternas!" - propuso Timmy con entusiasmo.

"¡Sí!" - gritaron sus amigos en un coro de alegría.

Los niños fueron a buscar los nabos más grandes que pudieron.

"Miren este nabo, ¡es gigante!" - exclamó Liam, levantando uno que parecía un pequeño monstruo.

"¡Es perfecto!" - dijo Cara, sonriendo.

Luego, con cuchillos pequeños y cuidado, comenzaron a tallar sus nabos. De repente, un enredo con un cuchillo de Liam causó que un nabo rodara y cayera al suelo.

"¡Oh no!" - gritó Liam, preocupado.

"No te preocupes, Liam. Podemos arreglarlo si trabajamos juntos. ¡Miremos el lado positivo!" - indicó Fiona.

Así que, juntos comenzaron a reír y a imaginar qué forma divertida podrían darle al nabo que se había caído. Poco a poco, cada uno empezó a aportar ideas y a colaborar. Timmy le puso un sombrero hecho de papel, Fiona le hizo unas cejas graciosas con trozos de fibra, Liam dibujó una sonrisa espectacular, y Cara lo iluminó con una vela en su interior.

Al final, no sólo hicieron la linterna de Liam, sino que terminaron creando una verdadera obra de arte: ¡la linterna más divertida de todas! Cuando llegó la noche de Halloween, el pueblo estaba iluminado por las linternas de los niños, que danzaban en el aire como pequeñas estrellas.

Los adultos se acercaban a ver los bellos trabajos.

"¡Qué lindas linternas!" - exclamó el papá de Fiona.

"¡Son las mejores!" - afirmó el abuelo de Timmy, lleno de orgullo.

Esa noche, mientras los padres contaban historias sobre los espíritus y la tradición de Halloween, Timmy y sus amigos se sentaron alrededor de una fogata.

"¿No se siente mágico?" - comentó Timmy, mirando las llamas bailar.

"Sí, y creo que hemos creado nuestro propio espíritu de Halloween. ¡Uno que trae alegría y creatividad!" - agregó Fiona, sonriendo.

De esa manera, la pequeña linterna, que originalmente iba a ser solo una forma de asustar a los espíritus, se convirtió en un símbolo de amistad y trabajo en equipo.

A partir de aquel año, cada Halloween, Timmy y sus amigos reunían al pueblo para iluminar una noche llena de risas, alegría y creatividad. Pronunciaron con entusiasmo:

"¡Feliz Noche de las Linternas!"

Y así, el espíritu de Halloween fue recordado no solo como una noche de sustos, sino como una celebración de amistad, imaginación y unión.

El pueblo jamás olvidó la historia de Timmy y sus amigos, quienes transformaron una tradición en una verdadera fiesta de luz y alegría. Desde entonces, los espíritus, al ver tanta felicidad, decidieron que estarían mejor allá arriba, dejando que los niños disfrutaran de cada Halloween con su brillo y creatividad.

FIN.

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