La Piedra Mágica


Había una vez un pequeño pueblo en Tandil, donde se contaba la leyenda de una piedra mágica que se movía sola. Los niños del pueblo estaban fascinados por esta historia y siempre querían ir a verla.

Un día, un niño llamado Tomás decidió aventurarse solo para encontrar la piedra movediza. Después de caminar por horas, finalmente llegó al lugar donde estaba la piedra y quedó sorprendido al ver que realmente se movía.

"¡Increíble! ¡Es verdad lo que dicen las leyendas!"- exclamó Tomás emocionado. De repente, escuchó una voz suave detrás de él. "Eso es correcto, joven aventurero. Soy el guardián de esta piedra mágica"- dijo una anciana con aspecto sabio.

Tomás estaba asombrado al ver a la anciana y rápidamente le preguntó:"¿Cómo es posible que esta piedra se mueva sola?"La anciana sonrió y explicó:"Esta piedra tiene un poder mágico muy especial. Solo aquellos que tienen un corazón puro y valiente pueden sentirlo".

Tomás comprendió lo que significaba eso y sintió su corazón latir más fuerte en su pecho. La anciana continuó hablando:"Este poder mágico puede ser utilizado para hacer cosas maravillosas en nuestro mundo.

Como ayudar a los demás o proteger nuestro planeta". Tomás entendió el mensaje de la anciana y decidió usar este poder para hacer algo bueno por su pueblo.

Comenzó a pensar en maneras de ayudar a los necesitados, como plantar árboles o recolectar alimentos para donar a los más pobres. A medida que pasaba el tiempo, Tomás se convirtió en un héroe en su pueblo. Sus acciones inspiraron a otros niños y adultos a hacer lo mismo y juntos lograron hacer del mundo un lugar mejor.

La piedra movediza se convirtió en un símbolo de esperanza y magia para todos en el pueblo.

Y aunque algunos no creían en su poder mágico, la historia de Tomás y la anciana sabia continuó siendo contada por generaciones como una lección sobre cómo la magia puede existir dentro de cada uno de nosotros si tenemos el coraje de buscarla.

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