La princesa Isabella y el misterio del peinado perfecto
Había una vez en un reino encantado, una hermosa princesa llamada Isabella. Era conocida por su largo y sedoso cabello de color caramelo, el cual era la envidia de todo el reino.
Isabella vivía en un majestuoso castillo junto a sus leales amigos, un grupo de animales parlantes compuesto por un conejo llamado Pelu, un zorro llamado Rizos, y un pájaro llamado Plumita. -¡Buenos días, querida Isabella! -saludó Pelu mientras saltaba alrededor de la princesa.
-¡Buenos días, amigos! ¿Qué planes tenemos para hoy? -preguntó Isabella con entusiasmo. -Hoy es un día especial, princesa. Vamos a organizar un gran baile en tu honor. Pero antes, debes lucir tu cabello de la mejor forma posible -explicó Rizos con una sonrisa.
Isabella se puso nerviosa, ya que nunca se había preocupado mucho por su peinado. Ella siempre pensó que su cabello era perfecto tal como estaba, pero ahora quería lucir espléndida para el baile.
Después de varios intentos fallidos, Isabella decidió pedir ayuda a su hada madrina, quien le otorgó un peine mágico. El peine tenía la habilidad de peinar el cabello de Isabella de manera perfecta con solo desearlo.
Aunque al principio todo parecía ir sobre ruedas, pronto descubrieron que el peine mágico estaba causando estragos en el reino, ya que estaba absorbiendo la magia de otros seres mágicos. Isabella se dio cuenta de que la verdadera belleza venía de su interior, y no de su cabello.
Con la ayuda de sus amigos animales, lograron atrapar al peine y devolver la magia a su reino. Finalmente, Isabella llegó al baile con su cabello al natural, irradiando confianza y felicidad.
El reino celebró su autenticidad, y desde ese día en adelante, Isabella inspiró a todos a valorar lo que realmente importa: la belleza interior.
FIN.