La sonrisa de Lola


En un hermoso pueblo llamado Villa Sonrisa vivía una niña llamada Lola. A Lola le encantaba jugar, correr y saltar, pero lo que no le gustaba para nada era lavarse los dientes.

Todos los días, cuando su mamá le decía "Lola, es hora de lavarte los dientes", ella hacía puchero y se escapaba corriendo.

Un día, el hada de los dientes visitó a Lola mientras dormía y le advirtió: "Lola, si no te lavas los dientes todos los días, tus amigos las caries vendrán a visitarte". Pero Lola solo se rió y dijo: "No me importa, no quiero lavarme los dientes". Los días pasaron y Lola seguía sin querer cuidar su dentadura.

Hasta que un día, mientras comía una golosina muy dulce, empezó a sentir un dolor muy fuerte en uno de sus dientitos.

¡Le dolía tanto que no podía ni comer! Asustada, Lola fue corriendo a contarle a su mamá lo que le estaba pasando. Su mamá la llevó al dentista del pueblo, el Dr. Sonrisas. El Dr. Sonrisas examinó su boca y con cara seria le dijo: "Lola, tus dientes están enfermos por no haberlos cuidado adecuadamente".

Lola sintió mucha tristeza al escuchar esas palabras y prometió comenzar a cepillarse los dientes todos los días como corresponde. Desde ese día en adelante, Lola siguió al pie de la letra las indicaciones del Dr.

Sonrisas: se cepillaba los dientes después de cada comida, usaba hilo dental y visitaba regularmente al odontólogo. Con el tiempo, la sonrisa de Lola volvió a brillar más que nunca y pudo volver a disfrutar de todas sus comidas favoritas sin dolor.

Moraleja: Cuidar nuestra salud bucal es muy importante para poder disfrutar de una vida feliz y sin molestias. ¡Nunca olvides cepillarte bien tus dientitos todos los días!

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