La Verdad de Tigre y Zorro
Había una vez, en un frondoso bosque, un tigre llamado Tigo y un zorro llamado Zori. Tigo era fuerte y siempre estaba dispuesto a proteger a sus amigos, mientras que Zori era astuto y siempre pensaba en cómo salir airoso de cualquier situación.
Un día, mientras paseaban cerca de un hermoso lago, Tigo y Zori se encontraron con una escena inesperada. Un grupo de animales se había reunido en torno a un viejo árbol, donde había un gran letrero que decía: "El concurso de la verdad". Todos estaban emocionados, ya que el ganador recibiría un gran premio: un recipiente lleno de su comida favorita.
"¡Esto suena divertido!" - exclamó Tigo, moviendo la cola entusiasmado.
"Sí, pero... no soy bueno contando verdades", dijo Zori con un tono nervioso.
A pesar de las reservas de Zori, ambos decidieron participar. Cuando llegó el día del concurso, todos los animales estaban muy expectantes. Zori se sentía presionado y pensó en lo que podría hacer para ganar sin tener que decir la verdad.
"Tigo, ¿qué pasaría si cuentas una mentira muy divertida?" - sugirió Zori en voz baja.
"Pero Zori, el concurso es sobre la verdad. Si mentimos, todos se darán cuenta y estaremos descalificados..." - respondió Tigo.
El concurso comenzó y los animales, uno tras otro, compartieron sus verdades. Una ardilla habló sobre las nueces que había escondido, una tortuga explicó cómo había llegado hasta allí desde lejos, y una lechuza relató cómo había aprendido a volar. Todos se reían y aplaudían, pero cada vez que le tocaba a Zori, su corazón latía más rápido.
Finalmente, llegó el turno de Tigo. Con voz firme, comenzó a contar una anécdota de un día en que había salvado a un pequeño conejito de un peligro inminente. Los animales lo escuchaban con atención, admirando su valentía.
"¡Qué increíble!" - dijo un ciervo. "Eres muy valiente, Tigo. Eso es decir la verdad."
Al llegar el turno de Zori, se sintió paralizado. Sabía que sus amigos esperaban algo emocionante de él. Pero, en lugar de contar una mentira, decidió ser valiente. Se aclaró la garganta y comenzó a hablar:
"La verdad es que, a veces, me asusto. No siempre sé qué hacer. Pero hoy estoy aquí porque mis amigos me apoyan y eso me da valor."
El bosque quedó en silencio. Zori sintió que su corazón palpitaba fuertemente, pero, para su sorpresa, los demás animales empezaron a aplaudir.
"¡Qué valiente, Zori! A veces, ser honesto también es una gran prueba de valentía" - exclamó una ardilla.
Cuando llegó el momento de anunciar al ganador, todos estaban nerviosos. El jurado, compuesto por un búho sabio y un oso amistoso, deliberó. Finalmente, el búho alzó la voz:
"Hoy, más que vencer con una mentira divertida, hemos visto el valor de la verdad en cada uno de ustedes, pero especialmente en Zori, que ha demostrado que ser honesto es más fuerte que cualquier estrategia."
Los aplausos resonaron en todo el bosque. Zori se sonrojó, no esperaba esto. Y Tigo, por su parte, sonrió orgulloso de su amigo.
Después de aquel día, Tigo y Zori aprendieron que la verdad, aunque a veces podría causar incomodidades, siempre es el mejor camino. Desde entonces, se convirtieron en promotores de la honestidad, enseñando a otros animales que no hay mayor valentía que ser auténtico y sincero con uno mismo y con los demás.
FIN.