Las amigas del bosque



Mora y Delfi estaban emocionadas por pasar el fin de semana en el campamento. Habían recorrido el bosque, jugado a las escondidas y cantado canciones alrededor de la fogata.

Una tarde, mientras exploraban un sendero cerca del arroyo, escucharon un suave chillido que provenía entre los árboles. - ¡¿Escuchaste eso? ! -exclamó Mora sorprendida. - Sí, parece que viene de allí -respondió Delfi señalando hacia unos arbustos cercanos.

Con cuidado se acercaron y descubrieron a una conejita blanca con los ojos llenos de preocupación. La conejita movía su patita como si intentara comunicarles algo. Sin dudarlo, Mora y Delfi decidieron seguirla.

La conejita las llevó a través del bosque hasta llegar a una madriguera escondida bajo un gran árbol. Allí encontraron a sus pequeños hijitos, cinco bolitas peludas y tiernas que saltaban de alegría al verlas llegar. - ¡Son tan lindos! -exclamó Delfi emocionada.

- Parece que la mamá coneja necesitaba nuestra ayuda para traerlos de vuelta a casa -dijo Mora con una sonrisa. Las chicas ayudaron a la conejita a llevar a sus crías hasta la madriguera donde estarían seguras y protegidas.

La mamá coneja les dio las gracias con un suave roce de nariz antes de desaparecer entre los arbustos. Mientras regresaban al campamento, Mora y Delfi reflexionaron sobre lo importante que era ayudar a los demás seres vivos en la naturaleza.

Aprendieron que cada acción bondadosa tiene un impacto positivo en el mundo que nos rodea. Al llegar al campamento, compartieron su aventura con los demás niños y niñas.

Todos escucharon maravillados la historia de cómo dos valientes amigas habían salvado a una familia de conejos perdidos en el bosque. Desde ese día, Mora y Delfi se convirtieron en las guardianas del bosque, siempre dispuestas a tender una mano amiga a cualquier criatura que lo necesitara.

Y la conejita blanca les visitaba ocasionalmente para mostrarles su gratitud con saltitos llenos de felicidad. Y así, entre risas y juegos, Mora y Delfi aprendieron una invaluable lección: cuando se brinda amor y ayuda desinteresada, se cosechan amistades eternas y se embellece el mundo con actos bondadosos.

FIN.

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