Lola y el Misterio de las Manzanas Verdes



Había una vez en un pequeño pueblo, una niña llamada Lola. A ella le encantaban las manzanas verdes. Todas las mañanas, antes de ir a la escuela, paseaba por el mercado buscando las más frescas y crujientes. Un día, mientras revisaba su puesto favorito, notó algo extraño.

- ¡Hola, don Ramón! - saludó feliz.

- ¡Hola, Lola! ¿Buscando tus fieles manzanas verdes? - respondió el vendedor con una sonrisa.

- Sí, pero hoy siento que hay algo diferente... - dijo Lola, frunciendo el ceño mientras miraba el puesto.

Efectivamente, entre las manzanas, había algo inusual. Una manzana verde, más brillante y hermosa que las demás, iluminaba el puesto.

- ¿Qué hay de especial en esa manzana? - preguntó Lola, intrigada.

- Oh, esa manzana no es de este mundo, parece que llegó de un jardín mágico - contestó don Ramón riendo.

- ¿Un jardín mágico? ¿De verdad? - exclamó Lola con asombro.

- Dicen que quien la coma, descubrirá un secreto especial sobre las manzanas verdes - dijo don Ramón, guiñándole un ojo.

Lola, llena de curiosidad, decidió comprar la manzana. La llevó a su casa y la colocó en su mesita de noche antes de dormir. Esa noche, mientras soñaba, Lola escuchó un susurro suave.

- Lola... ven al jardín de las manzanas verdes... - decía una voz melodiosa.

Al siguiente día, cuando se despertó, Lola se dio cuenta de que estaba en un hermoso jardín lleno de manzanas verdes. El sol brillaba, y había muchas niñas y niños divirtiéndose bajo los árboles.

- ¡Hola! - gritó una niña que estaba recogiendo manzanas.

- ¡Hola! ¿Quiénes son ustedes? - preguntó Lola, mirando a su alrededor.

- Somos los Guardianes de las Manzanas Verdes - respondió un niño con una corona de hojas en la cabeza. - Somos responsables de cuidar y proteger a todas las manzanas del mundo.

- ¿Puedo ayudar? - preguntó Lola emocionada.

- Claro, pero primero debes conocer el secreto - dijo la niña.

Lola se sintió intrigada y siguió a los niños a una mesa de madera con una gran canasta llena de manzanas verdes.

- Cada manzana aquí tiene un poder especial. Si las cuidamos y compartimos su alegría, el jardín florecerá - explicó el niño con la corona.

Lola pensó en cómo siempre compartía con sus amigos las manzanas que recogía.

- ¡Eso me encanta! Siempre es más divertido compartir. - dijo sonriendo.

- Exacto, ¡el amor y la amistad son la clave! - asintió el grupo.

Después de un día lleno de aventuras, Lola se despidió prometiendo regresar. Al despertar en su cama, se dio cuenta que la manzana mágica todavía brillaba. Con una gran idea, decidió hacer algo especial:

- Mañana llevaré manzanas verdes a la escuela y haré una merienda para mis amigos - se prometió.

Al día siguiente, Lola preparó su mejor sorpresa. Llenó un canasto de manzanas verdes y llamó a sus amigos. En el patio de la escuela, reunió a todos y dio una charla sobre cómo cuidar los árboles frutales y lo importante que era compartir.

- ¡Hoy aprenderemos y merendaremos! - anunció Lola entusiasmada. - Cada uno tomará una manzana y recordaremos lo que aprendí en el jardín mágico. ¡Un, dos, tres, a disfrutar! -

Sus amigos aplaudieron y comenzaron a comer las manzanas, compartiendo historias y risas. Lola se sintió feliz y plena viendo cómo las manzanas conectaban a todos, creando un ambiente de alegría.

Pero, de repente, uno de sus amigos notó que había una manzana diferente entre las verdes:

- ¡Miren! Esta tiene una estrella dorada. ¿Qué significa? - - Eso significa que hay más magia en el aire - sonrió Lola.

- ¿Podemos visitarlo otra vez? - preguntó un amigo con curiosidad.

- Claro, ¡y podemos hacerlo juntos! - respondió Lola emocionada.

Desde aquel día, el grupo de amigos, cada semana, se reunía para jugar, aprender sobre el cuidado del medio ambiente y hacer una gran merienda donde la manzana verde era la estrella del día.

Lola no solo había encontrado un lugar mágico, sino que había descubierto que compartir y cuidar era aún más poderoso que el secreto de la manzana. Así, cada manzana verde la llevaba a nuevas aventuras junto a sus amigos, donde juntos descubrieron la verdadera magia de la amistad y el trabajo en equipo.

FIN.

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