Los guardianes de la escuela


Había una vez en la escuela "Sol y Alegría" dos estudiantes muy especiales: Martina y Juanito. Lo que nadie sabía es que Martina podía volar y Juanito tenía una fuerza increíble.

Juntos, formaban un equipo imparable para proteger a sus compañeros de los malos hábitos de convivencia. Un día, mientras jugaban en el patio del colegio, vieron a unos chicos molestando a Lucas, un niño tímido que siempre era víctima de burlas.

Martina y Juanito no lo dudaron ni un segundo y se acercaron a enfrentar a los abusones. "¡Dejen en paz a Lucas! ¡Todos merecen ser tratados con respeto!", exclamó Martina con firmeza mientras flotaba en el aire.

Los chicos intimidados por los super poderes de Martina y Juanito, decidieron disculparse con Lucas y prometieron no molestarlo más. Desde ese día, la reputación de los dos amigos como protectores de la escuela comenzó a extenderse entre los estudiantes.

Pero la tarea de Martina y Juanito no había terminado. Pronto descubrieron que algunos alumnos estaban tirando basura en el patio sin importarles el daño al medio ambiente. Decididos a enseñarles una lección sobre responsabilidad, idearon un plan para concientizarlos.

Con su vuelo silencioso, Martina recogió todas las botellas plásticas y papeles del suelo mientras Juanito levantaba las mesas caídas con facilidad sobrehumana. Luego, juntos organizaron una charla sobre la importancia de mantener limpio el colegio y respetar el entorno.

Los estudiantes se sorprendieron al ver cómo Martina y Juanito usaban sus super poderes para hacer el bien. Poco a poco, todos empezaron a seguir su ejemplo, colaborando para mantener la escuela ordenada y pacífica.

Pero la verdadera prueba llegó cuando se anunció un torneo deportivo entre diferentes cursos. Algunos alumnos estaban tan ansiosos por ganar que empezaron a hacer trampas e insultarse entre ellos. Martina y Juanito sabían que tenían que intervenir antes de que la situación empeorara.

"¡Deténganse! El deporte es para divertirse y aprender juntos, no para competir deslealmente", gritó Juanito con voz potente mientras separaba a los peleadores.

Martina les recordó lo importante que era trabajar en equipo y apoyarse mutuamente en lugar de sabotearse unos a otros. Los alumnos reflexionaron sobre sus acciones e hicieron las paces prometiendo jugar limpio durante todo el torneo.

Al final del día, todos celebraron el éxito del torneo donde reinó la camaradería gracias al ejemplo dado por Martina y Juanito. Los dos amigos sonrieron satisfechos al ver cómo habían logrado cambiar actitudes negativas por positivas mediante sus acciones heroicas.

Desde entonces, Martina volando alto como un águila dorada junto con Juanito mostrando su fortaleza interior se convirtieron en leyendas vivientes dentro de "Sol y Alegría", inspirando a todos a ser mejores personas cada día.

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