Luna, la guardiana del planeta



Había una vez en un hermoso barrio de Buenos Aires, un niño travieso llamado Lucas. A Lucas le encantaba jugar y divertirse, pero tenía una costumbre muy mala: siempre tiraba basura en la calle sin importarle nada más.

Un día soleado, mientras Lucas arrojaba papeles y envoltorios al suelo, una niña llamada Luna pasaba por allí. Luna era una niña muy especial; tenía unos ojos grandes y brillantes que veían más allá de lo común.

Al observar a Lucas ensuciando el lugar, sintió tristeza en su corazón. "¡Hola, Lucas! ¿Sabías que cuando tiramos basura en la calle estamos lastimando a nuestro planeta?" -dijo Luna con voz suave pero firme.

Lucas se sorprendió al escuchar a la niña y preguntó curioso: "¿De verdad? ¿El planeta siente lo que hacemos?"Luna asintió con tristeza y le explicó: "Sí, el planeta es como nuestra casa grande. Si lo ensuciamos mucho, se enferma y todos podemos sufrir las consecuencias.

"Lucas reflexionó sobre las palabras de Luna y decidió cambiar su actitud. Desde ese día, comenzó a reagarrar la basura que veía en la calle y a llevarla hasta un tacho de reciclaje.

Luna lo ayudaba y juntos limpiaban el barrio mientras conversaban sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Un fin de semana, organizaron una jornada de limpieza con los vecinos del barrio.

Todos se unieron para recolectar basura, separarla para reciclar y embellecer cada rincón con plantas y flores. El barrio lucía más hermoso que nunca gracias al esfuerzo conjunto. "¡Gracias por enseñarme a cuidar nuestro hogar, Luna! Ahora entiendo lo importante que es ser responsables con el medio ambiente", expresó Lucas emocionado.

Luna sonrió feliz al ver la transformación de Lucas y dijo: "Juntos logramos grandes cosas. Si cada uno hace su parte, podemos proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.

"Desde entonces, Lucas se convirtió en un defensor del medio ambiente junto a su amiga Luna. Cuidaban juntos el barrio, plantaban árboles e inspiraban a otros niños a seguir sus pasos.

Gracias al compromiso de estos dos pequeños amigos, el mundo era un lugar más limpio y saludable para todos. Y colorín colorado, este cuento ha concientizado sobre cuidar nuestro planeta tan preciado.

FIN.

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