Manchas y sus manchitas
Había una vez un gato llamado Manchas que vivía en un pequeño pueblo argentino. Manchas era diferente a los demás gatos del lugar, ya que tenía manchas de colores brillantes en su pelaje blanco y negro.
Aunque esto lo hacía especial, también lo hacía sentirse triste y fuera de lugar. Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, Manchas se encontró con sus amigos: el perro Rocky y la tortuga Lola.
Ellos siempre estaban dispuestos a animarlo y hacerlo sentir mejor. "Hola Manchas, ¿cómo estás hoy?"- preguntó Rocky con alegría. Manchas suspiró y respondió: "No muy bien, amigos. Me siento diferente al resto de los gatos y eso me hace sentir triste".
Lola se acercó lentamente hacia él y dijo: "Manchas, todos somos diferentes de alguna manera u otra. Eso es lo que nos hace únicos y especiales. No debes preocuparte por lo que piensen los demás".
Manchas asintió con la cabeza pero aún sentía inseguridad en su interior. Decidió dar un paseo solo para reflexionar sobre sus sentimientos. Mientras caminaba cerca de un río, escuchó un ruido extraño proveniente del agua.
Se acercó cautelosamente y vio a una familia de patitos atrapados entre las ramas de un árbol caído. Sin pensarlo dos veces, Manchas saltó al agua para rescatar a los patitos uno por uno. Con cada patito salvado, su confianza comenzaba a crecer.
Cuando terminaron el rescate exitoso, la mamá pata agradecida les dijo: "¡Muchas gracias, Manchas! Sin tu ayuda, nuestros patitos no habrían sobrevivido". Manchas sonrió orgulloso y se dio cuenta de que su diferencia era algo positivo.
Había utilizado sus manchas coloridas para hacer el bien y ayudar a otros. Con una nueva actitud, Manchas regresó al pueblo y compartió su historia con Rocky y Lola.
Juntos se dieron cuenta de que cada uno tenía habilidades especiales que podían usar para ayudar a los demás. A partir de ese día, Manchas se convirtió en un héroe local. Ayudaba a los animales necesitados, acompañaba a las personas mayores en el parque y enseñaba a los niños sobre la importancia de aceptar nuestras diferencias.
La noticia del gato héroe se extendió rápidamente por todo el país e incluso llegó a oídos de un famoso artista argentino llamado Pablo Gatozzi.
Quedó impresionado por la valentía y generosidad de Manchas, así que decidió pintar una obra maestra inspirada en él. La obra fue exhibida en una galería importante y todos quedaron maravillados al ver cómo el arte celebraba la diversidad y la bondad del pequeño gato manchado.
Manchas no solo aprendió a amarse tal como era, sino que también inspiró a muchas personas a aceptarse mutuamente sin importar sus diferencias. Y así, vivió felizmente rodeado de amigos leales que lo querían tal como era: un gato especial con manchas coloridas.
FIN.