Saúl y la Aventura de los Dinosaurios
Era un día soleado en el pequeño pueblo de Valleverde, y nuestro amigo Saúl se despertó con una gran sonrisa en su rostro. Hoy era un día especial, porque iba a visitar a su querida Tía Nanny, quien siempre tenía las mejores historias y aventuras para compartir.
"¡Saúl! ¡Buenos días!", saludó Tía Nanny al abrir la puerta de su casa, una colorida cabaña llena de plantas y libros.
"¡Hola, Tía Nanny!", respondió Saúl emocionado. "¿Qué aventura vamos a tener hoy?"
"He preparado algo mágico para vos. ¿Te gustaría conocer a los dinosaurios?", preguntó Tía Nanny con picardía.
"¡Sí!", gritó Saúl, saltando de alegría.
Tía Nanny le dio a Saúl un pequeño libro que brillaba al sol y le dijo: "Este libro te llevará a un mundo donde los dinosaurios son amigos. Pero recuerda, debes ser valiente y amable." Al abrir el libro, una luz brillante los envolvió y, en un parpadeo, se encontraron en un bosque prehistórico.
"¡Mirá, Saúl!", señaló Tía Nanny, "allí está un Tiranosaurio Rex."
Saúl lo miró con asombro, ya que nunca había visto un dinosaurio tan grande. Sin embargo, Tía Nanny lo tranquilizó. "No te preocupes, Saúl. No todos los dinosaurios son feroces. Vamos a acercarnos."
Con cuidado, se acercaron al T-Rex, que en realidad estaba sentado con lágrimas en los ojos.
"¿Por qué llorás?", le preguntó Saúl, con un tono suave.
"Nadie quiere jugar conmigo porque soy muy grande y un poco ruidoso", contestó el Tiranosaurio, sollozando.
Tía Nanny le sonrió al dinosaurio y dijo:
"Quizás haya una forma de que te conectes con otros. Solo necesitas mostrarles tu lado amable. ¿Por qué no les invitas a jugar?"
El T-Rex pensó por un momento y luego preguntó:
"¿Qué tipo de juegos?"
"Podemos jugar a perseguirnos, o a construir algo juntos", sugirió Saúl, entusiasmado.
"¡Jugar a construir! Me encanta!", respondió el T-Rex, secándose las lágrimas. Con su gran tamaño, empezó a juntar troncos y piedras para hacer una fortaleza.
A poco de empezar, otros dinosaurios comenzaron a acercarse, curiosos por lo que estaba pasando. Había un Triceratops, un Estegosaurio y un Velociraptor. Al ver al T-Rex trabajando con Saúl y Tía Nanny, decidieron unirse a la diversión.
"¿Podemos ayudar?", preguntó el Triceratops.
"¡Claro! Cuanto más, mejor!", contestó Saúl, feliz de ver cómo se juntaban todos.
Así, tras un rato de cooperación y risas, lograron construir la fortaleza más fantástica que jamás habían visto. Todos los dinosaurios estaban tan felices que decidieron hacer una fiesta.
"Vamos a celebrar nuestra nueva amistad!", gritó el Velociraptor.
Pero mientras se preparaban, un fuerte temblor sacudió el suelo. El cielo se oscureció repentinamente.
"¿Qué está pasando?", preguntó Saúl, asustado.
"Un volcán está a punto de hacer erupción!", gritaron los dinosaurios.
Tía Nanny, manteniendo la calma, dijo:
"Chicos, debemos actuar rápido. Necesitamos ayudar a todos a llegar a un lugar seguro."
Juntos, los dinosaurios, Saúl y Tía Nanny comenzaron a organizar la evacuación. El T-Rex, que había superado su miedo al rechazo, empezó a guiar a los demás, usando su gran tamaño para ayudar a los más pequeños.
"¡Sigan mis pasos! No se asusten!", rugió el Tiranosaurio y los otros dinosaurios lo siguieron con confianza.
Gracias al trabajo en equipo y la valentía, lograron llevar a todos a un lugar seguro, lejos del volcán. Cuando se dieron cuenta de que todos estaban a salvo, estallaron en risas y celebración.
"Lo hicimos, gracias a todos!", exclamó Saúl, orgulloso.
El T-Rex sonrió como nunca antes.
- “Estoy muy agradecido. Esta aventura me enseñó que ser grande no significa ser malo. Solo necesitamos encontrar la manera de ser amigos.”
Tía Nanny, mirando a todos con cariño, dijo:
"La amistad y la valentía nos pueden llevar a cualquier aventura. Siempre recuerden que lo más importante es ayudar a los demás."
Y así, David y Tía Nanny se despidieron de sus nuevos amigos, convencidos de que siempre llevarían en su corazón la bella amistad con los dinosaurios.
Cuando regresaron a casa, Saúl se sintió feliz y valiente. Sabía que siempre podía contar con la ayuda de su Tía Nanny y que, con un poco de amabilidad, podría enfrentar cualquier desafío. Además, se dio cuenta de que ser diferente no es malo, ¡sino que puede ser una gran oportunidad para hacer amigos!
Fin.
FIN.