Sueños felices para Thiago


Thiago era un niño muy feliz. Le encantaba jugar, correr y reír con sus amigos todo el día.

Pero lo que más le gustaba era dormir, ¡y cómo disfrutaba de sus sueños! Todas las noches se iba a la cama con una sonrisa en el rostro, sabiendo que tendría dulces aventuras mientras dormía. Un día, Thiago despertó sintiéndose triste y cansado. No había tenido una buena noche de sueño y estaba preocupado por lo que podría significar.

Su mamá notó su tristeza y le preguntó qué pasaba. "Mamá, anoche tuve pesadillas y no pude dormir bien", dijo Thiago con voz temblorosa.

Su mamá lo abrazó cariñosamente y le explicó que a veces los sueños pueden ser malos, pero que eso no significa que debemos tenerles miedo o dejar de soñar. También le sugirió algunas cosas para ayudarlo a tener mejores sueños: contarle historias divertidas antes de dormir, escuchar música relajante o imaginar lugares hermosos.

Thiago decidió probar todas estas sugerencias esa noche antes de acostarse.

Su mamá le contó una historia sobre un perro aventurero que viajaba por todo el mundo; él mismo eligió una lista de reproducción relajante en su reproductor de música; e imaginó estar flotando en una nube blanca esponjosa mientras cerraba los ojos. Para su sorpresa, esa noche durmió profundamente sin ninguna pesadilla. Se despertó sintiéndose fresco como una margarita y con una gran sonrisa en el rostro.

A partir de ese día, Thiago se aseguró de tener siempre un sueño feliz. Aprendió que no hay nada malo en tener pesadillas, pero también que podemos hacer cosas para evitarlas y dormir mejor.

Y así continuó viviendo su vida feliz y soñadora, disfrutando cada momento al máximo.

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