Un Tesoro de Amistad



Había una vez una niña llamada Sofía, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Sofía era muy inteligente y curiosa, siempre buscaba aventuras nuevas.

Pero también era muy tímida y a veces los otros niños se burlaban de ella. Un día, mientras Sofía exploraba el bosque cerca de su casa, vio algo brillante entre los árboles. Se acercó cautelosamente y descubrió que era un pequeño platillo volador.

Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta del platillo y encontró a Zog, un extraterrestre amigable con grandes ojos verdes. Sofía no tuvo miedo. Al contrario, sintió una conexión instantánea con Zog. A partir de ese momento, se convirtieron en mejores amigos inseparables.

Zog tenía poderes especiales: podía volar y hacerse invisible cuando lo necesitara. Pero lo más importante de todo es que Zog estaba decidido a proteger a Sofía de cualquier cosa que le hiciera daño.

Un día en la escuela, los niños comenzaron a burlarse nuevamente de Sofía por su timidez. Zog no pudo quedarse quieto viendo cómo lastimaban a su amiga. - ¡Oigan todos! -gritó Zog mientras aparecía repentinamente frente a los niños-.

¡Dejen de molestar a mi amiga Sofía! Los niños se sorprendieron al ver al alienígena hablando con ellos. No sabían qué hacer y comenzaron a alejarse lentamente sin decir palabra alguna.

Desde ese día, nadie se atrevió nunca más a molestar a Sofía en la escuela. Sabían que Zog siempre estaría allí para protegerla. Pero la historia no termina ahí.

Un día, mientras Sofía y Zog exploraban una cueva en las montañas, encontraron un mapa antiguo que indicaba la ubicación de un tesoro escondido. Emocionados por esta nueva aventura, decidieron seguir el mapa y buscar el tesoro juntos. Durante su búsqueda, se encontraron con desafíos y obstáculos que les hicieron pensar en soluciones creativas para superarlos.

Finalmente, llegaron al lugar indicado en el mapa y descubrieron un enorme cofre lleno de monedas de oro y piedras preciosas. Pero lo más valioso para ellos era la amistad que habían construido a lo largo del camino.

Sofía decidió compartir su tesoro con los demás niños del pueblo. Construyeron una biblioteca llena de libros nuevos para todos puedan disfrutar. A partir de ese día, Sofía se convirtió en una heroína en el pueblo gracias a su valentía y generosidad.

Y Zog siempre estuvo a su lado, recordándole que nunca está sola cuando tiene amigos verdaderos.

Y así fue como Sofía aprendió que no importa cuán diferentes sean las personas o extraterrestres, siempre podemos encontrar amistad y apoyo si abrimos nuestros corazones a los demás.

FIN.

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