Una gata llamada Bella y un perro Boxer
Mateo era un niño lleno de ilusiones y con un gran amor por los animales. Siempre soñaba con tener una gata a la que llamaría Bella y un perro Boxer para ser su compañero de juegos.
Un día, Mateo decidió plantarse y pedirle a sus padres que le ayudasen a hacer realidad su sueño. "Mamá, papá, ¿podríamos tener una gata que se llame Bella y un perro Boxer?", preguntó Mateo con ojos brillantes.
Sus padres, emocionados por la determinación de su hijo, le dijeron que sí, pero con una condición: Mateo debía aprender sobre la responsabilidad de cuidar a las mascotas.
A partir de ese momento, Mateo se dedicó a estudiar todo lo que pudo sobre el cuidado de los animales. Aprendió a darles de comer, a mantener su espacio limpio y a darles mucho amor.
Un día, sus padres le dieron una sorpresa: lo llevaron a un refugio de animales donde Mateo conoció a Bella, una gata adorable que inmediatamente robó su corazón, y a Ramón, un perro Boxer juguetón y cariñoso. Desde ese día, Mateo se convirtió en el mejor amigo de Bella y Ramón.
Juntos vivieron increíbles aventuras, aprendiendo el uno del otro, y Mateo comprendió el verdadero significado de la responsabilidad y el amor hacia los animales.
FIN.